“Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces.” 1 Reyes 11:9 (RVR 1960)

Uno puede tener hermosos encuentros, experiencias inolvidables con Cristo, pero eso no garantiza nuestra eternidad.

Salomón en un principio amó a Jehová con todo su corazón, buscaba siempre la dirección de Dios, amaba la obra y edificaba la casa de Dios. Tuvo un comienzo extraordinario e impecable, porque siempre situaba a Dios en primer lugar antes de hacer o poner en práctica cualquier cosa. Debido a su corazón y entrega, el respaldo de Dios era tremendo con Salomón.

Pero si estudiamos 1 Reyes Capitulo 9 en adelante, la historia de esta hermosa relación va cambiando poco a poco, Salomón, un hombre consagrado, lleno de sabiduría, entregado a la obra y respaldado por Dios, va distanciándose de su primer amor.

El error de Salomón fue apartarse de Dios. Aunque Jehová se le apareció dos veces para advertirle, el rey decidió irse tras dioses ajenos y no andar en los caminos de Dios, ni delante de sus ojos para guardar sus mandamientos.

Y la consecuencia: “He aquí que yo rompo el reino de la mano de Salomón, por cuanto me han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los sidonios, a Quemos dios de Moab, y a Moloc dios de los hijos de Amón; y no han andado en mis caminos para hacer lo recto delante de mis ojos, y mis estatutos y mis decretos, como hizo David su padre.” 1 Reyes 11:31-33 (RVR 1960)

Muchas veces uno busca a Dios, le sirve con entrega, ama la obra, hace todo por estar en la casa de Dios, le canta, le adora, le danza y muchas otras cosas más; pero pasa el tiempo, reciben la bendición y se olvidan de Él.

Hoy sólo quiero compartirte el consejo que David dio a su hijo Salomón para que tenga una vida cristiana victoriosa:

“Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre.” 1 Crónicas 28:9 (RVR 1960)

Dios te da una oportunidad hoy para que te arrepientas y vuelvas a tu primer amor. Él te espera con sus brazos abiertos.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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