“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10

Jesús se sacrificó en la cruz por cada uno de nosotros, para que seamos libres y felices. Es decir para que vivamos una vida abundante, por eso es necesario que nos preguntemos… ¿Estoy viviendo realmente la vida abundante que Dios preparó para mí? Si la respuesta es “No”, entonces, ¿dónde quedó el sacrificio que Jesús hizo por cada uno de nosotros?

“Vino, pues, David con los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada, y sus mujeres y sus hijos e hijas habían sido llevados cautivos. Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar.” 1 Samuel 30:3-4

“Las dos mujeres de David, Ahinoam Jezreelita y Abigail la que fue mujer de Nabal el de Carmel, también eran cautivas. Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios.” 1 Samuel 30: 3-6

David, también sufrió un terrible robo por parte de su enemigo, cuando volvía a su casa junto con sus hombres.  Después de una gran victoria, tuvo una terrible decepción al ver todo lo que había pasado. El enemigo había destruido sus hogares, robando todo y dejando a su gente en extrema pobreza. Es interesante analizar los nombres de estas dos mujeres que fueron llevadas cautivas: Abigail significa “fuente de alegría” y Ahinoam  “gracia y belleza” ¡El enemigo también se había robado la alegría y la gracia de David!

“Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Los podré alcanzar? Y él le dijo: Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos.” 1 Samuel 30:8

La decepción hizo que todo el pueblo reaccionara con amargura, y de manera equivocada, en cambio David a pesar de esto, no fue a luchar con sus propias fuerzas. El sabía que necesitaba de Dios, lo buscó y Él le aseguró la victoria, ¡Por que donde esta Dios hay libertad! No pienso que estoy le haya resultado fácil, pues es duro levantarse de la amargura y peor aún de una decepción, pero tenía que hacerlo si quería ver resultados…

 “Y no les faltó cosa alguna, chica ni grande, así de hijos como de hijas, del robo, y de todas las cosas que les habían tomado; todo lo recuperó David.” 1 Samuel 30:19

¡Al final David recuperó todo! Puede ser que el enemigo no te haya robado algo material precisamente, sino, la paz, la libertad, la felicidad, él no desea que vivas, ni creas lo que Cristo hizo por ti en la cruz, por eso, es  importante que no te des por vencido. El enemigo ha venido para destruirte, pero Jesús vino a cambiar las cosas. Si sientes que hay cosas que te han robado, llámese paz, finanzas, matrimonio, familia, buen nombre, te animo a apoyarte en Dios, confiar en El para que al igual que David puedas recuperar lo que es tuyo.

¡Solo Dios es capaz de dar fuerza en donde no queda ninguna cuando creemos en él!

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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