Por muy difícil que sea comprender aun en estos días los relámpagos siguen siendo “un tema de debate”, término usado para minimizar el hecho que la ciencia no tiene respuesta con relación a ese tema.

Algunas de las teorías más aceptadas dicen que este fenómeno natural es provocado por pequeñas partículas de polvo espacial que caen sobre las nubes dentro de la atmosfera terrestre y al acumularse cierta cantidad, la fricción entre ellas  provoca el relámpago. Otros dicen que eso mismo puede pasar con el polvo expulsado por una erupción volcánica.

La teoría más aceptada, dice que un relámpago es provocado por el hielo con carga negativa, el cual cae a la tierra y al chocar con una superficie con carga positiva, provoca la descarga de energía guardada en la nube de la cual se desprendió. El relámpago dibuja la trayectoria que hizo el pequeño fragmento de hielo al caer.

La energía que se desprende de un relámpago puede llegar a una temperatura de 27.000 °C y alcanzar una velocidad de 200.000 km/h. Estas cifras son similares a las de una explosión nuclear.

La característica principal de un relámpago es el sonido que provoca; en ocasiones se oye distante y puede durar varios segundos, pero en otras es repentina, fuerte y perturbadora. A la distancia puede resultar un espectáculo maravilloso ver como esas líneas quebradizas de energía se forman casi de la nada entre el cielo y la tierra, pero cuando uno está en medio, el sonido y la potencia de iluminación que provocan es atemorizante.

Uno simplemente no puede dejar de sentir el miedo y el peligro, al encontrarse en medio de una tormenta eléctrica.

Algo similar les ocurrió a los Filisteos en cierta ocasión.

Estaba el profeta Samuel junto al pueblo de Israel reunidos en Mizpa clamando por el perdón de sus pecados, pero repentinamente se enteraron que los Filisteos se pusieron en campaña contra ellos y estaban por llegar a la ciudad, en ese momento todos tuvieron mucho temor pero también decidieron ir a la batalla. Uno de ellos le dijo al profeta que no cese de clamar a Jehová por los que irían a luchar.

Entonces Samuel tomó un cordero de leche y lo sacrificó entero en holocausto a Jehová, y clamó por Israel, y Jehová oyó ese clamor.

Lo que ocurrió fue que mientras Samuel sacrificaba el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Más Jehová tronó aquel día con gran estruendo sobre ellos, y los atemorizó, y fueron vencidos delante de Israel. 1 Samuel 7:2-12.

Algunas versiones dicen que Dios envió un gran trueno contra ellos.

No podemos dejar de destacar algunos puntos importantes del relato bíblico; Mientras Israel clamaba por el perdón de sus pecados, parecía que la situación empeoraba porque los Filisteos vinieron a atacarlos, pero el pueblo de Dios esta vez hizo las cosas bien, ellos decidieron creer en el poder de Jehová y fueron a la batalla respaldados por la oración, y lograron vencer a sus enemigos.

1 Samuel 7:8 “y le dijeron a Samuel: No dejes de rogar al Señor nuestro Dios por nosotros, para que nos salve…” Versión Dios Habla Hoy.

Quizás nunca sepamos el origen real de los relámpagos, pero siempre que veas uno, recuerda que Dios lo usó para atemorizar a los enemigos de su pueblo mientras ellos oraban, y cuando fueron a la batalla, consiguieron una victoria.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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