Nicholas Winton fue un británico que salvó a 669 niños judíos de la muerte al inicio de la Segunda Guerra Mundial en 1939.

Siendo un joven recién egresado fue a trabajar a la República Checa, allí pudo ver más de cerca la agresividad con la que se capturaban a las familias judías para ser llevadas a los campos de concentración. Marcado por todo lo que estaba ocurriendo, tomó la decisión de establecer una oficina secreta en un hotel en Praga para contactar desde allí a varias embajadas y reubicar a todos los niños que pudiese.

Su hazaña, merecedora de condecoraciones y actos de homenaje, quedó en el olvido durante muchos años ya que prefirió mantener en secreto lo sucedido incluso después de que terminó la guerra. No fue hasta 1988 cuando Greta, su mujer, encontró un viejo maletín de cuero escondido en el desván de casa y rebuscando entre los papeles que contenía, se topó con las fotos de los 669 niños, una lista con el nombre de todos ellos y algunas cartas de sus padres. Tal descubrimiento provocó que Winton no tuviera más remedio que explicarle a su esposa lo que había ocurrido décadas atrás.

No pasó mucho tiempo hasta que un periodista se enteró de la tremenda historia y decidió darla a conocer. Tras varios reconocimientos, Winton se convirtió en el británico con más invitaciones a programas de tv para dar entrevistas, pero una noche recibió un regalo muy especial.

La cadena BBC en ese entonces tenía un programa estelar llamado ‘That’s Life’ al que fue invitado. Todo parecía normal pero lo que Winton no sabía era que el público estaba formado por los niños que él había ayudado varios años atrás. En un momento todos se pusieron en pie para aplaudir a su héroe. Hubo muchas lágrimas, sentimientos encontrados y palabras de gratitud.

Esta historia verídica nos muestra que muchas veces nos podemos encontrar en la misma situación que Winton, rodeado de los frutos de las buenas obras que hicimos en el pasado sin darnos cuenta.

Gálatas 6:7 dice: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” Reina-Valera 1960

Esta es una ley que se aplica no sólo al ámbito material sino también a varios aspectos de la vida cotidiana. El afecto, el tiempo, el respeto, la confianza, la amistad, el compañerismo, la unión, etc., son algunas de las muchas bendiciones que llegan como consecuencia de una siembra inicial.

Dios nunca dejará de cumplir con su palabra y siempre pagará a cada uno por el bien que haya hecho. Pídele que te permita ver esas bendiciones y si por el momento estás enfrentando una prueba, aprovecha esa oportunidad para sembrar gratitud, obediencia, fidelidad y santidad.

Proverbios 11:18 dice: “El malvado recibe una paga engañosa; el que actúa con justicia, recompensa efectiva.” Versión Dios Habla Hoy

¡El Señor es fiel!

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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