Después de que crucificaron a Jesús, recordemos que a Pedro le preguntaron si era un discípulo de Jesús porque su apariencia lo demostraba. Con esto no sólo nos referimos a lo externo si no que alguien que ha experimentado el amor de Dios es diferente a los demás.

Tal vez por el qué dirán o por miedo a que se burlen de ti has  negado a Dios y te has avergonzado de afirmar que eres su hijo y que lo sigues. Si tú lo niegas, al igual que Pedro, ¿puedes imaginar cómo se siente Dios? Hoy te animo a que puedas ponerte a cuentas con tu Padre, comienza a caminar reflejando la vida nueva que Dios da cuando le entregas todo lo que eres. Deja ya de negar y rechazar lo que has conocido de Él.

Que cada día y cada acción que tú tengas demuestre el poder, la gracia y el amor de Dios. “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree “Romanos 1:16 (RV-1960)

Mantente fiel a Dios para que cuando te pregunten si tú eres un seguidor de Jesús  puedas responder: no sólo soy un seguidor soy su hijo.

“Bienaventurados serán cuando los insulten y persigan, y digan todo género de mal contra ustedes falsamente, por causa de Mí. Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de ustedes en los cielos es grande “Mateo 5:11-12 (RV-1960)

Comienza a gozarte de ser un hijo de Dios y que todos los que te vean sepan de aquel que te salvó.

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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