El primer trasplante de corazón fue tan difícil como esperado. El hombre que fue sometido a cirugía, estaba muy enfermo. Su corazón no bombeaba la suficiente sangre a sus pulmones, lo cual provocó algunas visibles deformaciones en su cuerpo.

Cuando acabó la cirugía y después de unos días, el hombre despertó y reaccionó.

-La operación ha sido un éxito, estoy muy orgulloso de haberle podido dar un nuevo corazón- le dijo el médico al paciente. El hombre no tenía palabras para agradecerle por lo que había hecho por él.

La fama de esta operación rápidamente fue anunciada en todo el mundo. Todos estaban asombrados de los avances de la medicina en esta área. Si bien este hecho tuvo una gran repercusión, hubo otro aún más trascendental, hecho por el médico de médicos, Cristo, que vino al mundo para morir por nosotros para que podamos tener un corazón nuevo como claramente lo podemos ver en su Palabra.

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.” Ezequiel 36:26 (RV-1960)

Muchas veces nuestro corazón queda lastimado y endurecido. Está tan herido por la soledad, la traición, el pecado y la enfermedad, que necesita un trasplante de corazón.

Estas fechas son un recordatorio del gran día en que nuestro Salvador vino al mundo, solo con un propósito, salvarte la vida. Acepta su amor y perdón, además de un corazón nuevo que te ofrece sin ninguna condición.

“Porque el hijo del hombre no vino para ser servido, si no para servir y dar su vida en rescate por muchos.” Marcos 10:45 (RV-1960)

Deja que Jesús cambie tu corazón por completo, lo deje sin ninguna cicatriz y así te salve la vida.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario