En varios países se realizan las conocidas “marchas” como medidas de presión; están protagonizadas por un grupo de personas que salen a las calles céntricas de su ciudad para dar a conocer su descontento o apoyo con alguna situación.
En este contexto encontramos a los alborotadores y a los pacificadores ¿sabes quiénes son? Un alborotador es aquella persona que promueve el pleito y que es escandaloso, pero un pacificador es todo lo contrario, pues es un individuo que pone paz en medio del conflicto, es un mediador en el problema.
La Biblia también hace mención a estos dos tipos de personas:
“Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyo” Mateo 5:9 (NTV)
“El alborotador siembra conflictos; el chisme separa a los mejores amigos.” Proverbios 16:28 (NTV)
En los tiempos de conflictos ya sea en la familia, trabajo, colegio o en la misma iglesia se manifiestan estos dos personajes, incluso podemos llegar a ser nosotros mismos los que estemos trayendo problemas en lugar de paz.
Nuestra actitud ante los problemas dependerá de lo que llevamos en el corazón y en la mente, “Pues del corazón salen los malos pensamientos, (…)” Mateo 15:19 (NTV).
El apóstol Pablo, nos da un excelente consejo para no ser personas conflictivas “(…) Retengan lo que es bueno. Aléjense de toda clase de mal” 1 Tesalonicenses 5:21-22 (NTV) como hijos de Dios debemos aprender de lo bueno que vemos y huir de todo lo incorrecto.
Jesús, el mayor ejemplo de vida, fue un pacificador y lo demostró cuando lo estaban arrestando para su crucifixión; pero Pedro, su discípulo, tomó su espada e hirió a uno de los siervos presentes ¿Qué crees que pasó después? Quizás podríamos pensar que Jesús y sus discípulos comenzaron a luchar para tratar de huir pero no fue así, “Pero Jesús dijo: «Basta». Y tocó la oreja del hombre y lo sanó.” Lucas 22:51 (NTV) detuvo el conflicto en el momento y calmó la pelea que se comenzaba a manifestar.
Cada día hay problemas y conflictos, pero depende de uno si forma parte del grupo de los alborotadores o pacificadores, pero ante todo recuerda que un verdadero hijo de Dios debe ser una persona que trae paz.
Por Judith Quisbert
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.