Eliana era una estudiante de medicina, muy aplicada y comprometida con su carrera. Se había propuesto como meta, culminar sus estudios sin reprobar ninguna materia. Casi al finalizar la carrera y pese a estudiar mucho, sus notas comenzaron a bajar notoriamente, esto le preocupó bastante, especialmente porque no veía una razón entendible a esta baja en su rendimiento.

Había un profesor, que resultaba bastante difícil de tratar y si bien Eliana reconocía que esa materia le costaba, íntimamente creía que merecía mejores calificaciones.

Un día decidió preguntarle al profesor acerca de sus notas, pero el docente respondió: ¿Usted duda de mi capacidad de corregir el examen?, ella muy nerviosa le contestó que no y se fue.

Al finalizar el año, se enteró que tenía que repetir la materia, esta noticia le afectó mucho, se sintió fracasada, presa de una injusticia, pensaba que tendría que soportar otro año mas a ese profesor tan áspero e injusto según su parecer. Pero luego mas calmada, tomó la sabia decisión de volver a cursar la materia.

La primera semana de clases conoció a Gustavo, con quien comenzó una bonita amistad. Estudiaban juntos, tenían varios intereses en común, por lo cual un día Eliana se decidió a invitar a su amigo a un estudio bíblico al que ella también asistía.  El joven al principio dudó, pero luego decidió asistir para ver de qué se trataba. Tiempo después,  Gustavo compartió con ella, que había experimentado el amor de Dios en ese lugar y que ese estudio fue el comienzo de un precioso cambio en su vida.

La noticia de repetir la materia, en apariencia tan negativa al comienzo, en realidad se transformó en una preciosa oportunidad para que su amigo pudiera llegar a Jesús. La joven finalmente aprobó esta materia, la que parecía un obstáculo infranqueable y luego de esto, se encaminó a finalizar la carrera con muchas mas confianza y determinación.

Hay muchas cosas que no entendemos en la vida, hay sucesos que por más que nos esforcemos salen de nuestro control, parecen ser malos para nosotros, pero al final llegan a ser de beneficio, por estar en la voluntad de Dios.

José es un claro ejemplo, vendido por sus propios hermanos, encarcelado injustamente por la mentira de la esposa de su jefe, al final llegó a ser primer ministro del Faraón de Egipto.  Su mal se convirtió en bien, como bien dice Romanos 8:28 “Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de los que lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos.”

Si estas pasando por una dificultad donde parece que todo está perdido, o sientes que has fracasado, ese no es el fin, cree que viene algo mejor, esto tan solo es un proceso.

Detrás de cada tropiezo viene un gran paso hacia la bendición.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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