Este devocional también podría tener de título “un hombre atribulado” porque trata de la historia de alguien que vivió muchas injusticias, pero a pesar de todo lo que sufrió nunca se dio por vencido, por tanto el Señor lo bendijo en todo lo que hacía.

Primero, fue vendido por sus propios hermanos a unos mercaderes, los mismos lo vendieron a Potifar (oficial de faraón) como si se tratara de un objeto. (Génesis 37).

Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano.” Génesis 39:1-2

Después, Potifar se dio cuenta que el Señor estaba con José y decidió ponerlo a cargo de toda su casa, de esta manera Jehová bendijo todo lo que el egipcio tenía; pero posteriormente fue acusado injustamente de presunta violación por la esposa de Potifar quien al verse no correspondida por José decidió vengarse.

Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía.

No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.” Génesis 39:21-23

Aunque estaba en la cárcel José continuó trabajando, él podía haber negado su fe y con tantas injusticias quizá hasta podría haber intentado quitarse la vida, pero confiaba en Dios y Él lo prosperó. El jefe de la cárcel le dio a José un alto cargo porque se dio cuenta que la mano del Señor estaba con su vida.

¿Estás enfrentando injusticias? ¿Parece que la situación en la que te encuentras está peor? Te animo a estudiar la historia de este hombre de Dios y continuar en la batalla, no importa lo duro que sea lo que estás pasando ¡sigue adelante! porque si continúas confiando en Dios, aunque estés en la cárcel, el Señor te bendecirá.

En esta oportunidad quisiera acompañarte con una oración: “Señor Amado, gracias por la persona que está leyendo este mensaje, quiero pedirte para que le des nuevas fuerzas, ayúdale a confiar en el tiempo de la angustia, a seguir adelante a pesar de la adversidad, y que tu mano de bendición esté sobre su vida. En el nombre de Jesús.”

Si te encuentras desanimado no dudes en escribirnos.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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