“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.” 1 Juan 3:2-3 (RVR1960)

El color blanco expresa pureza y cuando vistes con prendas de este color siempre resalta las más pequeñas manchas que por uno u otro motivo pudieron llegar hasta ahí. Por otra parte, si tienes un acontecimiento social importante estoy segura que harás lo posible para presentarte intachablemente, invirtiendo mucho tiempo en todo lo que en ello implica.

Tú y yo como cristianos tenemos una invitación a un acontecimiento importante con nuestro Creador, una cita imperdible pronta a realizarse, pero este banquete requiere o demanda que vistamos de blanco, no nuestras vestiduras, sino nuestra alma, nuestra vida completa, y aunque el día y la hora nadie lo sabe, sólo Dios,  todos los días debemos estar preparados.

1 de Juan 3:3 dice que “todo aquel que tiene esta esperanza en Él, se purifica así mismo así como él es puro” La motivación para mantenernos puros es que nuestro Padre Celestial también lo es.

El pecado es lo que nos hace impuros, nos mancha el alma y hace que caminemos con como andrajosos, ¿Te imaginas a un hijo de Dios vestido de esta manera? No debería ser así, tendríamos que resplandecer en la pureza y el amor de Dios para ser de testimonio para los que no lo conocen, pero lamentablemente muchas veces esto no pasa.

Por eso es necesario examinarnos a diario, con la ayuda del Espíritu Santo que nos revela cómo estamos, si estamos siendo puros o no. Recuerda que todo pecado, actitud o sentimiento negativo crea una mancha. ¡Tenemos que estar atentos todos los días de limpiar nuestro corazón de toda impureza! Y decir: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.” Salmos 139:23-24 (RVR1960)

No perdamos de vista la esperanza de que pronto veremos a Dios, por eso mantengámonos puros, limpios para participar del gran banquete.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario