Enfrentar algo que no esperábamos, es uno de los momentos más angustiosos que podamos experimentar porque nos sentimos impotentes al no poder cambiar la realidad. Es como si hubiéramos estado construyendo algo y en segundos se derrumbara; llegamos a creer erróneamente que nuestros sueños ya no se harán realidad y que no vale la pena seguir adelante ni volverlo a intentar.

Superar una de éstas circunstancias no es nada sencillo y más porque el enemigo aprovecha esos momentos para ganar la batalla en nuestra mente y en nuestro corazón. Nos sentimos frustrados y deprimidos, sin ganas de continuar; sentimos que no valemos ni servimos para nada e incluso llegamos a pensar que quitándonos la vida solucionaremos el problema. ¡Puras mentiras! Porque Dios dice en su Palabra: “Pues yo sé los planes que tengo para ustedes. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza”. Jeremías 29:11 (NTV)

Nadie dijo que fuera malo llorar y tener un tiempo para superar una experiencia dolorosa; lo que no debemos hacer, es quedarnos en ese estado más del tiempo necesario. Deja de lamentarte y de seguir atormentándote por aquello que no obtuviste, párate y sacude el polvo de tus zapatos, inicia una nueva carrera, trázate nuevas metas y estrategias para alcanzar lo que anhelas. Jamás dejes de soñar, pero trabaja, sacrifícate y esfuérzate por hacer realidad cada uno de tus sueños. Vuélvelo a intentar todas las veces que sea necesario, porque cada fracaso te fortalecerá y te enseñará a confiar y depender más de Dios.

Aunque hoy nada de lo que estés viviendo tenga sentido, recuerda que tu Padre Celestial no perdió el control de la situación, los planes que tiene para tu vida son mayores a los que tú mismo puedes imaginar. El te ama y siempre te dará lo mejor. Mantén tu mirada y esperanza en Él, porque todas sus promesas son dignas de confianza.

¡Tu problema es temporal, tu victoria será eterna!

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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