“Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, y oren por quienes los persiguen.  Así ustedes serán hijos de su Padre que está en el cielo; pues él hace que su sol salga sobre malos y buenos, y manda la lluvia sobre justos e injustos.”

Mateo 5:44-45 (DHH)

Es tan fácil amar a quienes nos aman, pero nos cuesta tanto amar a los que nos hacen daño, pues el dolor llega a ser más grande que nuestra capacidad de perdonar y amar. Sin embargo el verdadero amor, es amar incluso a los que nos aborrecen. Este amor debe ser un signo distintivo de los hijos de Dios, por el cual podemos amar y orar por aquellos que nos quieren o rechazan.

Por tanto es importante comenzar a amar a aquellos que considerábamos nuestros enemigos, seguramente nos sorprenderá ver como Dios nos llena de tanto amor para poder amar incluso a los que no nos aman.


Por Giovana Aleman



El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

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