Una mujer que desea ser exitosa en todas las áreas de su vida debe aprender a poner a Dios en primer lugar. Si deja que otras cosas ocupen ese puesto, se verá sumida en una falsa idea de felicidad, y pronto se dará cuenta de lo vacía que es su vida. Es por eso que la Biblia aconseja que toda persona, varones y mujeres, deben confiar en Dios y practicar las enseñanzas que dejó en su Palabra.

Proverbios 11:16 (PDT)

«Una mujer honesta se gana el respeto; los violentos sólo ganan dinero.»

Proverbios 14:1 (TLA)

«La mujer sabia une a su familia; la mujer tonta la desbarata.»

Proverbios 19:13 (NTV)

«El hijo necio es una calamidad para su padre; una esposa que busca pleitos es tan molesta como una gotera continua.»

Proverbios 21:19 (NBD)

«Más vale habitar en el desierto que con mujer pendenciera y de mal genio.»

Proverbios 31:10-31 (PDT)

“Una mujer ejemplar, ¿quién la encontrará? ¡Vale mucho más que las piedras preciosas! Su esposo confía totalmente en ella, ¡y cómo no le habrá de beneficiar! Le hace bien a su esposo toda su vida; nunca le traerá problemas. Ella recoge lana y lino, y trabaja feliz con sus manos. Es como un barco de un lugar lejano que de todas partes trae provisiones a la casa. Se levanta bien temprano en la mañana, da de comer a su familia y a las criadas. Va a ver un terreno, lo compra y usa el dinero que ha ganado para plantar un viñedo. Ella trabaja muy duro, fuertemente, y es capaz de hacer todo su trabajo. Comprueba que sus negocios marchan bien y trabaja hasta tarde en la noche. Ella hace sus propias telas y teje su propia ropa. Siempre tiene algo que dar a los pobres y ayuda a los necesitados. Ella no teme por su familia cuando nieva porque a todos los tiene bien abrigados. Hace sábanas para las camas y usa ropa fina. La gente respeta a su marido porque es uno de los líderes de la región. Hace y vende ropa de lino; suministra cinturones a los comerciantes. Es alabada por la gente y todos la respetan; espera el futuro con confianza. Habla con sabiduría y enseña a la gente a ser amorosa y amable. Jamás es perezosa; cuida que todo marche bien en la casa. Sus hijos hablan bien de ella, y su esposo la alaba y dice: “Hay muchas mujeres buenas, pero tú eres la mejor de todas”. La gracia y la belleza son engañosas, pero la mujer que respeta al Señor es digna de alabanza. Que se le dé el reconocimiento que merece; y se le felicite en público por todo el bien que ha hecho.»

Cantares 4:7 (NBD)

«Toda tú eres bella, amada mía; no hay en ti defecto alguno.»

1 Timoteo 2:9-15 (NTV)

«Y quiero que las mujeres se vistan de una manera modesta. Deberían llevar ropa decente y apropiada y no llamar la atención con la manera en que se arreglan el cabello ni con accesorios de oro ni con perlas ni ropa costosa. Pues las mujeres que pretenden ser dedicadas a Dios deberían hacerse atractivas por las cosas buenas que hacen.»

Tito 2:3-5 (PDT)

«De igual manera, enseña a las ancianas a vivir de una manera que muestre reverencia y respeto a Dios. Diles que no hablen mal de los demás y que no sean esclavas del vino. Deben enseñar el bien para que aconsejen a las más jóvenes a amar cada una a su esposo y a sus hijos. Las jóvenes deben aprender de ellas a tener buen juicio y un corazón puro, a cuidar la casa, a ser amables y a estar dispuestas a servir a su esposo. Así nadie podrá criticar el mensaje que Dios nos dio.»

1 Pedro 3:3-4 (TLA)

«Que el adorno de ustedes no sea de cosas externas, como peinados exagerados, o con joyas de oro y vestidos lujosos. La belleza no depende de las apariencias, sino de lo que hay en el corazón. Así que, sean ustedes personas tranquilas y amables. Esta belleza nunca desaparece, y es muy valiosa delante de Dios.»

 
 
 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

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