Hace exactamente un año atrås, decidà dejarle a Dios que escriba mi 2015 firmando el ångulo inferior derecho con una hoja en blanco, a manera simbólica, claro estå.
Quien me instĂł a hacerlo me dijo que tenga cuidado, porque Dios no se tomaba esas cosas en broma, y tenĂa mucha razĂłn… con el tiempo me fui dando cuenta que ese dĂa, todo se me fue de las manos (de mis manos) y entonces el año mĂĄs vertiginoso y aleccionador de mi vida comenzĂł.
No tenĂa idea de lo que viniera de ahĂ en mĂĄs, la Ășnica certeza que habĂa en mi corazĂłn era que Dios estaba en control de lo que pudiera pasar, aĂșn si eso fuera malo lo usarĂa para mi bien. Y asĂ fue.
Tomar decisiones, convencidos de que es Dios quien nos estĂĄ guiando a hacerlo, suena bonito pero en realidad no se experimenta de la misma manera. El futuro siempre serĂĄ algo incierto, creer que Ăl sabe cuĂĄl es principio y fin de nuestros dĂas es esperanzador, pero a veces no lo suficiente para lanzarse al vacĂo y creer cuando lo que se ve en frente, es la nada misma.
Pocas cosas hay tan desesperantes en este mundo como la incertidumbre, no saber cĂłmo sigue la vida despuĂ©s de tal o cual acontecimiento es estresante, queremos salir a hacer todo lo que no hicimos en años, sĂłlo para saber que hay algo seguro para el dĂa de mañana y la verdad es que lo Ășnico que se logra es meterse en un espiral de situaciones en la que es muy difĂcil volver, porque, para variar, quisimos solucionar las cosas a nuestra manera. Razones hay de sobra para querer hacerlo, la seguridad de que salgan bien⊠ninguna.
Marcos Brunet afirma que “La paz no es un sentimiento, es la convicciĂłn de que Dios estĂĄ en control segĂșn su voluntad para nuestras vidasâ (parĂĄfrasis).
ÂżCĂłmo podemos tener paz si no sabemos que es lo que va a pasar?
- AcerquĂ©monos a Ăl con la certeza de que, sin importar lo que hayamos hecho, jamĂĄs va a dejar de amarnos y aceptarnos como lo que somos, sus hijos.
- Entendamos que la dependencia de Dios es completa, o no lo es
- No intentemos ayudar al creador, a ayudarnos. Creer es lo Ășnico que necesitamos hacer.
- Tomemos decisiones, de una vez. Mientras mĂĄs se dilata algo, mĂĄs se sufre.
- Animémonos a correr el riesgo de confiar en Dios en cada årea de nuestra vida
- Cedamos la cuerda del âcontrolâ a pesar del miedo, ser valiente es ir mĂĄs allĂĄ de los temores.
- Dejemos que sean nuestros actos los que hablen por nosotros, no hay que ir por la vida explicĂĄndole a medio mundo que es lo que Dios va a hacer.
Abraham, el padre de la fe, solo sabĂa que tenĂa que irse a una tierra que JehovĂĄ le mostrarĂa, saliĂł de su zona de comodidad a la incertidumbre misma⊠el resto, es historia.
Vivir la aventura de la fe es saber que pase lo que pase, la paz de tomar las decisiones correctas van a valer mucho mĂĄs de lo que te puedan ofrecer por hacer lo contrario y es el EspĂritu Santo quien te permite experimentarlo.
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