En el programa Uno nunca sabe, Benjamín Parra, en el segmento Otra perspectiva, abordó el tema de la religión pura, que es guardarse del mundo y la pobreza.
Se refirió a unos artículos que fueron comentados por personas de su audiencia y un hecho resaltó es esas devoluciones. Alguien dijo: «Tal vez debemos volver a leer la epístola del apóstol Santiago». Una epístola tan breve que podría, según Benjamin, ser leída enteramente durante el transcurso la entrevista.
Se trata de religión
Primero, propuso mirar la epístola en perspectiva, antes de referirse a la religión pura, guardarse del mundo y la pobreza.
Hay siete temas principales en la carta:
- Pruebas.
- Sabiduría.
- Tentaciones.
- La lengua.
- Ricos y pobres.
- Parcialidad en favor de los ricos en desmedro de los pobres.
- Vivir, o hacer, la palabra.
En un magistral toque de síntesis, Santiago reúne todo en la siguiente declaración:
Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y guardarse sin mancha del mundo.
Santiago 1:26-27 (RVR1960)
La pobreza, un tema relevante para Dios
Sorprende que, diciendo claramente Santiago que no hay que hacer acepción de personas, diga en la misma carta lo siguiente:
Hermano míos amados, oíd: No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?
Santiago 2:5 (RVR1960)
La pobreza, un tema no relevante para la predicación
Oímos muchos mensajes acerca de la sabiduría, de la lengua, de las pruebas y la tentaciones citando a Santiago. Pero se extraña largamente el tratamiento del tema de la pobreza. Pero no oye la relación que hay entre religión pura, guardarse del mundo y la pobreza.
Benjamín sugiere dos explicaciones para este hecho:
Una es que el grueso de la enseñanza que recibimos ha sido pensada originalmente por cristianos de países del llamado Primer Mundo o países centrales. De ese pensamiento mayormente abrevan las iglesias evangélicas de América Latina.
Es decir, ha sido pensada en lugares donde la pobreza nunca fue un problema estructural de la sociedad. Por lo tanto, no predomina una sólida teología acerca de la pobreza en nuestro continente.
En segundo lugar, y muy en relación con la razón anterior, es que es difícil pensar la pobreza desde una situación económica estable, segura y alejada del sufrimiento.
¿Cómo relacionarse bíblicamente con el hambre, la falta de vivienda, la carencia de servicios básicos y de salud, la violencia institucional o el terror narco, desde la satisfacción de una vida cómoda?
No hay nada malo con la vida cómoda. Pero por eso, quienes están en la condición favorecida, deberían refrenar su lengua al hablar de la pobreza, dando explicaciones teóricas en lugar de visitarla. Eso sería una actitud adecuada respecto de la religión pura, guardarse del mundo y la pobreza.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.