Actitudes que pueden llevarte al divorcio (Parte 1)

Actitudes que pueden llevarte al divorcio (Parte 1)

Cuando se da el gran paso del matrimonio, la mayoría está con la ilusión de vivir una historia de amor, cumplir la promesa “para toda la vida”. Sin embargo, con el tiempo todo cambia, algunos para bien, pero muchos para mal, y esto derivado de actitudes que en lugar de ayudar a fortalecer la relación matrimonial, la desgastan. Aquí diez actitudes que pueden llevar al fracaso, siempre y cuando no se haga nada para mejorar.

1) Egoísmo

Es muy triste, pero real, el hecho de que al casarse muchos cambian la mentalidad de siervos por egoísta. En el noviazgo las parejas buscan agradarse uno al otro. Su prioridad es hacer sentir bien a la pareja; pero después del “sí acepto” algo sucede que empiezan hacerse flojos en el amor, y en lugar de decir ¿qué voy hacer por él o ella? cambia a ¿qué va hacer él o ella por mí. Primero que me sirvan. Lo contrario a esto es una actitud de servicio en la vida cotidiana para que la relación perdure en amor.

2) Manipulación

Una actitud manipuladora busca persuadir o exigir al cónyuge no tanto por avanzar juntos, si no para sacar provecho a sus propios intereses, sin importar sacrificar los deseos del otro. No permitirle que haga esto o aquello, simplemente porque le incomoda o no va acorde a las ganas del otro, se priva constantemente a una persona de hacer lo que le gusta, lo cual tarde o temprano puede provocar un desgaste emocional que lo llevará al desinterés por su pareja. Mejor es motivarlo hacer lo que le gusta y que lo haga bien para su crecimiento personal.

3) Desinterés

La falta de atención es una de las principales causas por las que un matrimonio va perdiendo interés. Sea porque dejan que las dificultades los agobien, los sentimientos de enfado se acumulen, entran en una monotonía u otros factores que hacen dejar los detalles que enamoran día a día. Se pierde un sencillo pero emotivo buen día con un gran beso o un fuerte abrazo. Contrarrestar esa actitud, es estar al pendiente de las necesidades físicas y emocionales de la pareja, el volver a tomarse de las manos, mirarse a los ojos y hacerse saber que están ahí para cuando lo necesitan, en las buenas y las malas. Disfrutar de una cita juntos, sin hijos, solos, por lo menos una vez a la semanal para ir a un lugar que ambos disfruten mucho.

4) Soberbia

Esto sucede cuando uno de los cónyuges siente muy seguro al otro, porque lo ve por encima del hombro, dado que tiene un sentimiento de gran valoración ya sea por su físico, poder económico, inteligencia, u otras características que le dan satisfacción de orgullo propio, y de manera errónea considera a su pareja inferior y sin él o ella no haría gran cosa. Incluso, rara vez admite errores y no acepta argumentos. No se esfuerza por su pareja. Considera que con el simple hecho de estar a su lado es más que suficiente. El problema con esta actitud es que tarde o temprano pierden relaciones, no solo familiares, si no de trabajo y de amistad. Todo lo contrario a esto es la humildad.

5) Irrespetuosa

La falta de respeto lleva a no frenar las palabras, pensamientos y acciones llenos de ira, amargura y frustración con el cónyuge. De ahí el maltrato verbal, físico y/o psicológico; también el sarcasmo y la critica. Lamentablemente cuando se transgrede esta línea del respeto, se pierde la base fundamental más importante de una relación y familia. Cuando no existe respeto, se pierde autoestima, deseo hacia la pareja, y la esencia del matrimonio que es el amor. Hay que valorar a la pareja, jamás hacerlo sentir menos; en caso de un desacuerdo, se debe comunicar en tiempo y forma prudente sin ofender.

Si te identificaste con alguna de estas primeras actitudes que afectan a una relación matrimonial, recuerda que nunca es tarde para cambiar. Dios da la oportunidad de empezar de nuevo y reescribir el resto de tu historia, porque el matrimonio no se hizo para sobrellevar en sacrificio, sino para disfrutar en servicio, amor y respeto.

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana

CVCLAVOZ

. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

CVCLAVOZ

Facebook
Twitter
Email
LinkedIn
WhatsApp

Cómo rehacer tu vida después de un divorcio

¿Cómo rehacer tu vida después de un divorcio? Aquí te compartimos tres sugerencias para empezar a sanar y vivir con nuevas expectativas.

No saques conclusiones apresuradas

Sacar conclusiones apresuradas puede llevarnos a cometer grandes errores, por eso debemos esperar confiadamente en las promesas de Dios.

Echando culpas

Asumir nuestros actos y sus consecuencias es parte de la madurez espiritual, no podemos vivir echando culpas a los demás.

Tiempo de lectura:

3 minutes

Autor

Comentarios

Topic

Likes

0

Deja un comentario