Existe infinidad de causas por las que un hombre comprometido puede verse envuelto en una relación extramarital, y aunque nada pero absolutamente nada justifica una infidelidad. Cuando se da el caso, no importa cuán feliz y estable pudieras pensar que estaban; de repente tus errores y fallas él las encuentra suficientemente desgastantes y justificables para refugiarse en otra.
Si eres de las que decías: “todo menos una infidelidad, eso jamás lo perdonaría” pero al enfrentarte a la realidad del engaño no sabes qué hacer porque a pesar de todo lo amas y no quieres perder tu matrimonio, entonces este mensaje es para ti.
1) Humildad
Cuando se descubre una situación así, no todo esposo que fue infiel muestra arrepentimiento y deseos de cambiar, al contrario, algunos hasta sienten alivio por ser descubiertos para seguir con su relación. En ambos casos es difícil pero no imposible restaurar la relación. Sólo que en este último requiere más tiempo y paciencia para recuperar el amor y fidelidad del cónyuge.
Para ello se requiere una actitud de humildad de tu parte, aunque tu seas la ofendida y a quien deberían procurar para obtener tu amor y perdón, vas a tener que ser tú en dar el primer paso, y hacer lo que esté en tus manos para lograr el objetivo que es la restauración de tu matrimonio.
Es importante reflexionar sobre lo que pudo haber llevado al engaño. Muchas veces la esposa da por hecho de que su cónyuge está contento, porque ella se siente estable, pero la realidad es que un matrimonio no sólo se trata de sobrellevar, si no de alimentar día a día las necesidades del otro. Entonces, analiza lo que faltó de tu lado y prosigue a lo siguiente.
2) Cambio de actitud
Todo sacrificio tiene su recompensa, por eso, pese a los altibajos emocionales que puedes experimentar debido al engaño, hay que empezar a cambiar de actitud. Todo aquello por lo que tu esposo te dice o deduces careció de ti, entonces busca mejorarlo.
Ese cambio de actitud puede reflejar amor, un trato más respetuoso, valorar su función como hombre de familia, una convivencia armónica y por ende un ambiente en el hogar más favorable. Entre otros aspectos positivos que empiece a ver en ti, y así piense bien que no es tan fácil dejarte ir. Sé tu la solución a su necesidad, recuerda eres la ayuda idónea, la indicada para ayudarlo a superar juntos esa situación.
Por algo la Biblia dice mejor son dos que uno; porque si cayeren, el uno levantará a su compañero.
El camino hacia la restauración no es fácil, pero con tu fe puesta en Dios, el amor de esposa y la ayuda de un orientador familiar o un psicólogo, te darán luz en el proceso de recuperar a tu esposo renovado.
3) Integridad
En este proceso de recuperar lo perdido en el matrimonio, es válido hacer todo lo que esté a tu alcance para lograrlo, siempre y cuando no pongas en riesgo tu integridad física o dignidad como mujer.
Por ejemplo, si tienes la sospecha o seguridad de que tu esposo sigue de infiel, no permitas que intimide contigo.
De manera amable y armónica puedes dejarle muy claro que mientras no tengas la completa seguridad de que no haya contraído una enfermedad sexual y que sólo está contigo, entonces tendrán relaciones íntimas. Así lo limitarás a que tenga lo mejor de los dos mundos, y también a que te valore.
Una vez que tenga interés en arreglar las cosas y/o muestre alguna actitud de arrepentimiento, hazlo saber de buena manera que necesitan ayuda de un experto en el tema de parejas. Es importante que les orienten, porque solos es imposible la restauración y sin guía se quedarán en el camino.
Con ayuda, no sólo pueden superar el engaño, si no también poner en marcha un matrimonio que viva de nuevo la confianza, el amor y pasión.
Por último oro a Dios que te abrace con su infinito amor, y te haga ver que El está de tu lado, dándote la fuerza y el valor que necesitas para seguir adelante en medio de la tormenta.
Yo cambiaré la suerte de este país, afirma el Señor, y volverá a ser como al principio. Les daré salud y los curaré; los sanaré y haré que disfruten de abundante paz y seguridad. Jeremías 33:6