Las mujeres solemos guardar muchas cosas, y a veces tenemos tantos objetos, que nuestros bolsos parecen equipajes de viaje. Sin embargo, tener el bolso repleto no significa que tengamos cosas que sean de utilidad o nos ayuden en situaciones de emergencias. Además de los objetos que usualmente llevas contigo (celular, llaves, cartera o monedero, maquillaje, etc), añade estas ocho cosas esenciales a tu bolso diario:
Uno nunca sabe cuándo va a ocurrir un accidente; es por ello que debes tener a la mano siempre unas cuantas banditas o curitas (band-aids). Éstas son una rápida solución para las heridas leves; y también son necesarias para prevenir que algún zapato estrecho te dañe los pies.
Debido a que nuestras manos están en contacto con muchos objetos durante el día, éstas son las partes de nuestro cuerpo que llevan consigo más bacterias. De hecho, el 80% de las enfermedades transmisibles se contagian a través de ellas. Es por eso que los médicos recomiendan el lavado frecuente de manos. Sin embargo, siempre es bueno tener al alcance algún desinfectante o alcohol en gel para hacer una limpieza más profunda de nuestras manos.
Siempre, siempre, hay momentos en los que hace falta papel higiénico o pañuelos de papel. Ya sea cuando vas al cine y ves una película muy triste, o cuando accidentalmente derramas el café sobre tu ropa. Así que, nunca subestimes tenerlos contigo y procura que estén en un envoltorio hermético para evitar que sea contaminado por otras cosas que guardes en tu bolso.
Aunque lo ideal es tener un pequeño cepillo de dientes en el bolso, hay circunstancias que no nos permiten lavarnos los dientes. Para esas eventualidades, trata de guardar en tu bolso un paquete de mentas o alguna goma de mascar sin azúcar. Esto te sacará del apuro y te ayudará a disimular el mal aliento temporalmente.
Mujer prevenida, vale por dos. Evita accidentes vergonzosos y haz que en tu bolso nunca falten tampones o toallas higiénicas. Aún si no los necesitas, tal vez alguna amiga tenga una emergencia y le haga falta. Así que, para cualquier imprevisto, ten siempre un paquete a la mano.
Suele pasar que cuando haces algún trámite, o quieres tomar notas; necesitas un bolígrafo. Por tal motivo, nunca debe faltar en tu bolso. Además, también te sirve como arma defensiva. En caso de ataque puedes defenderte con él, o también utilizar tus llaves.
Las horquillas pueden salvar tu peinado de un día muy ventoso, pero también pueden servir como sujetador provisional de papeles; así que, nunca olvides llevarlos contigo.
Hay momentos en los que nuestra ropa nos juega malas pasadas. La tela se puede descoser en lugares inesperados, y ya que no podemos coserlo de inmediato, la mejor solución es un imperdible. Esto también puede prevenir que alguien abra tu cartera sin permiso cuando estás en lugares públicos. Para ello, solo debes sujetar la cremallera del bolso y unirla a la tela.
Este artículo fue producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.