En el mundo están sucediendo muchas situaciones muy trágicas, y todo esto nos puede llevar a creer que no hay remedio, que todo está perdido y que la maldad está triunfando, pero si nos ponemos a pensar a quién pertenece este mundo y quién es el dueño, nuestra perspectiva de un mejor futuro cambiará.
El Salmo 24:1 NVT inicia indicando: “La tierra es del Señor y todo lo que hay en ella; el mundo y todos sus habitantes le pertenecen.” Salmos 24:1 NVT Dios es nuestro creador y cada uno de nosotros le pertenece y, además, podemos tener la confianza que todo está bajo su control independientemente de lo que pueda estar ocurriendo.
Más allá de un sinfín de problemas nuestro Dios tiene un mejor futuro para quienes descansan en Él. No dejemos que el temor o la inestabilidad afecten nuestra fe: “Pero cuando tenga miedo, en ti pondré mi confianza.” Salmos 56:3 (NTV) del mismo modo busquemos siempre agradarle, cumplir con sus mandamientos, serle fiel y sobre todo mantener el primer lugar en nuestro corazón para Él.
Preocuparnos por el mañana nos debilitará, pero depositar nuestra confianza en el Señor nos fortalecerá, porque Él cuida de sus hijos.
“Puede fallarme la salud y debilitarse mi espíritu, pero Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón; él es mío para siempre.” Salmos 73:26 (NTV)
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