De la soledad al aislamiento

De la soledad al aislamiento

Los tiempos cambiaron y con ellos nuestras prioridades, hoy irte de tu casa no significa necesariamente que sea para que vayas a formar una nueva familia, también (y en gran parte de los casos) se debe a una decisión de madurez, de independencia o simplemente por trabajo/estudio. Sea cualquiera de estos últimos casos, los cambios que se generan son fuertes y necesarios para cumplir el propósito de Dios en nuestras vidas.

Hay etapas en las que necesitamos estar solos para escuchar lo que Dios quiere decirnos, a veces, tomarse un tiempo para dedicárselo a buscar su dirección es importante, pero ningún extremo es bueno. Hace unos días un amigo me dijo: “Cuando Jesús dijo que donde hubiera dos o tres reunidos en su nombre ahí El estaría, no se refería sólo al ámbito eclesiástico” y que razón tenía con todo eso.
En una época donde las relaciones online están a la orden del día, tenemos que detenernos a pensar cuantos de nuestros “amigos” son de los que podemos mirar a los ojos, si la cuenta apunta en alta al círculo virtual quizá sea hora de replantarnos algunas cosas.

  • Necesitamos estar en un contexto que nos permita relacionarnos de manera directa con pares y autoridades, de otra forma nuestro carácter no va a pulirse.
    “Para afilar el hierro, la lima; para ser mejor persona, el amigo.” Proverbios 27.16
  • Esperar a que los demás sean los que se interesen por mis necesidades y no dar el primer paso para abrirnos a una relación de amistad siempre va a denotar una alta cuota de egoísmo
  • Generar espacios para salir de la zona de comodidad nos hace crecer, muchas veces eso tiene que ver con relacionarnos con nuevos grupos.
  • Permanecer en un estado de soledad constante hace que nuestra mente trabaje con ideas que a la larga pueden ser dañinas, un reciente estudio afirmó que las personas que deciden no relacionarse tiene un 30% más de posibilidades de morir prematuramente que las que permanecen en un círculo social activo
  • Compartir nuestras incertidumbres y penas con alguien de confianza hace que el dolor sea más ligero, siempre una mirada externa es mejor que la subjetiva propia
    “Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo.” Gálatas 6:2
  • Ser vulnerables no es pecado, mostrarnos como somos sin temor a que nos juzguen es una gran barrera mental que tenemos que romper. No nacimos para ser perfectos.

Puede que como a mí, durante estos días, “te caiga la ficha” acerca de cómo lentamente y casi sin darnos cuenta vamos de disfrutar la soledad a un aislamiento progresivo que nos hace creer que nuestra forma de ver la vida es siempre la correcta. Si te sientes de alguna forma identificado con esto, te invito a que recalcules tu – GPS – estás a tiempo de hacer que tu camino sea mucho más ligero.

 

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana

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. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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