El 11 de marzo de 2015, Salma Parbin dio a luz a un bebé varón. Después de ver por primera vez a “su” bebé, tenía sospechas de si era suyo.
“Cuando vi su cara, tuve dudas. Recordé el rostro de la otra mujer en la sala de partos y él se parecía a ella. Pude distinguirlo de sus ojos. Tiene ojos pequeños, nadie en mi familia tiene ojos como eso”, dijo ella a la BBC.
Cuando el Sr. Ahmed, el marido, trató de informar al hospital de las sospechas de su esposa, primero dijeron que podría necesitar un psiquiatra; Luego revisó los registros de nacimientos ese día, con permiso, y encontró a alguien con circunstancias similares. Le hizo saber al hospital todo lo que encontró y cuando recibieron la respuesta de las enfermeras a su interrogatorio, dijeron que no había ocurrido. Él tomó el asunto en sus propias manos y procedió a investigar. Obtuvo una muestra de sangre que demostraba que Jonait, su “hijo”, no estaba biológicamente relacionado con ninguno de ellos.
Pronto envió una carta a la familia con la mayor similitud (a 19 millas de donde vive). Fue entonces cuando esa familia comenzó a ver que el niño no era biológicamente suyo.
En noviembre de 2016, las muestras de sangre para ambas familias fueron tomadas y probaron las alegaciones del Sr. Ahmed. Lo llevaron a la corte. Sin embargo, justo cuando iban a cambiar a los niños, los niños se negaron a dejar a la familia que los criaba. Lloró que querían quedarse allí, aman a sus padres no biológicos.
Lo más interesante de esto es que provienen de diferentes orígenes religiosos. Uno es hindú (Shewail y Anil Boro) y el otro es musulmán (Salma y el Sr. Ahmed). Sin embargo, no permiten que eso afecte a los niños porque se criaron en culturas completamente diferentes y con eso dicho, sus hijos no nacen como una religión.
Recientemente, la familia trabajará arduamente para continuar su amistad y ser parte de las vidas de sus dos hijos.
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido para radio cristiana CVCLAVOZ.