¿Por qué es importante amar a los demás?
Es bastante simple: Jesús dijo que debemos amar a los demás.
1. Mateo 22: 36-40: “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.”
2. Juan 13:34: “Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros.”
Una vez que aprendemos a amar a los demás, aprendemos a amar a Dios y viceversa.
Cómo amar a los demás.
- Orar.
Primero ora a Dios con todo tu corazón sobre esto. Esto es algo que siempre debes hacer primero porque siempre debemos buscar la ayuda de Dios y pedirle el deseo de nuestro corazón (siempre que sea para su gloria). “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os sean añadidas”, Mateo 6:33. - Tener un uno-a-uno con Dios.
Muchos dicen que Jesús debe ser tu mejor amigo (uno también debe recordar que Él es nuestro Creador, por lo que debe ser respetado) y esa es una buena manera de verlo, porque si amas a Dios, también aprenderás a amar a las personas. Habla con Dios y permítete escucharlo. Dile qué lucha estás sufriendo, agradécele y aprende a simplemente escuchar a Dios. Escuchar a Dios puede parecer imposible, pero ciertamente no lo es. Él te escucha y no interrumpe, así que haz lo mismo. Igualmente verás su amor por los demás y aprenderás de Él. - Piensa antes de hablar.
Pregúntate si es:
1. Verdadero.
2. Útil.
3. Necesario.
4. Dulce.
Si es así, estás hablando más como Jesús. Eso significa que estás hablando con amor. - Mira lo positivo.
Todo el mundo tiene defectos, por lo que no debemos ser rápidos para juzgar. Mira lo bueno en las personas en lugar de enfocarte en lo negativo. Recuerda: Dios mira el corazón. 1 Samuel 16: 7 dice: “Pero el Señor dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo desechado; pues Dios no como el hombre, sino el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón.” - No pienses que todos deben ser tus amigos.
“No os dejéis engañar: “Las malas compañías corrompen las buenas costumbres.” Sed sobrios, como conviene, y dejad de pecar; porque algunos no tienen conocimiento de Dios. Para vergüenza vuestra lo digo.” 1 Corintios 15:33-34.
Estamos llamados a amar a los demás tanto como a nosotros mismos, pero eso no significa que todos tienen que ser nuestros amigos. Hay algunas personas que nos llevan a la tentación (que no son realmente amigos), por lo que debemos ser sabios sobre a quién elegimos estar cerca.
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido para radio cristiana CVCLAVOZ.