Muchos de nosotros a medida que pasa la vida nos hemos cuestionado la manera en la que debemos recibir el regalo de Dios.
Si nosotros decidimos aceptarlo marcará nuestra vida en un antes y un después.
Nos consideramos seres imperfectos encaminados a encontrar la voluntad de Dios en cada área de la vida.
Por ello muchas veces nos sentimos poco merecedores de tanto amor, tanta gracia, tanto perdón y sobre todo de la Salvación.
El regalo del Señor está disponible para todo aquel que cree en Él y está dispuesto a soltar para recibir.
Hoy en día muchas campañas publicitarias nos están ofreciendo mil oportunidades para pasar estas fechas ¨felices¨ pero a decir verdad lo que el mundo necesita es una felicidad eterna y no momentánea.
Recibir el regalo de Dios es una decisión individual que cada uno de nosotros debe tomar.
En ocasiones nos vemos obligados a actuar de acuerdo a la presión social o familiar que nos hacen creer que la paz, el amor y el gozo se encuentran en las cosas materiales, pero a decir verdad todo esto lo encontramos rendidos en la presencia de Dios.
Dios nos enseñó en sus predicas acerca del arrepentimiento, pues esta guía fue una de las condiciones para recibir sanidad, perdón y grandes milagros; creer y arrepentirnos.
Os digo que de la misma manera, habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento
Lucas 15 :7 Reina Valera 1960.
Muchas veces la culpa no nos deja avanzar en el propósito que Dios tiene para nosotros y es allí donde nos vemos estancados a causa de las fallas cometidas, pero el Señor nos recuerda su gran regalo y hermosa misericordia.
Dios nos rescató de la oscuridad en que vivíamos, y nos llevó al reino de su amado Hijo, quien por su muerte nos salvó y perdonó nuestros pecados.
Colosenses 1:13-14 Traducción en lenguaje Actual (TLA).
Ser agradecidos en todo momento es sinónimo de humildad, y para recibir el regalo de Dios llamado Salvación necesitamos dar gloria a Dios en todo momento y agradecer su infinita misericordia.
Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias.
Colosenses 4:2 Reina Valera 1960.
No hemos conocido a la primera persona que se considere perfecta en todos sus actos, pues todos en algún momento de la vida hemos pecado y a través de ello hemos apartado la presencia del Espíritu Santo de nuestra vida.
Sin importar todo lo anterior el Señor llega a nuestra vida con un hermoso regalo de su parte para darnos vida y vida en abundancia.
Recibir el regalo de parte de Dios es un privilegio que hoy tu y yo tenemos si decidimos aceptarlo.
Dios no busca la cantidad de títulos que tengamos en el currículum, tampoco busca la lista de las personas a las cuales has ayudado y mucho menos la cantidad de veces que has servido dentro de tu iglesia.
Dios hoy busca que aceptes el regalo de la salvación y la vida eterna, solo necesita de tu corazón sincero y humillado delante de él.
Ya Dios te redimió de tu pasado y escribe un nuevo capítulo para el hermoso futuro que tiene para ti y tu familia.
Busca un lugar a solas con el Padre y entrégale allí tus cargas y miedos pero también acepta el Regalo que tiene para ti, recibimos su regalo por gracia.
El regalo de Dios está disponible para todos, pero muchos no están preparados para recibirlo a causa de la inmadurez espiritual que tenemos.
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