Aproximadamente, una persona se suicida a cada 40 segundos. Antes se creía que esta suma estaba compuesta en su mayoría por adolescentes; sin embargo, en la actualidad se reportan más casos de suicidio de adultos.
Como parte de la campaña global para luchar contra este problema, diferentes organizaciones decretaron a setiembre como el mes de prevención contra el suicidio. Esto es con el fin de prevenir posibles casos en el futuro; ya que la gran mayoría de suicidios tienen señales de alerta que pueden ser detectados a tiempo. Según el director del Centro Médico de Rochester para la Medicina del Comportamiento afueras de Detroit, M.D. Joel L. Young, “Predecir el suicidio no es una ciencia, y algunas personas que se suicidan emiten pocas o ninguna señal de advertencia. Pero la mayoría de los suicidios vienen con un bando de banderas rojas, y conocer los signos de que alguien a quien amas está considerando el suicidio puede ayudarte a intervenir antes de que sea demasiado tarde.” Éstas son algunas señales que demuestran que alguien tiene pensamientos suicidas:
- Ha tenido por lo menos un intento de suicidio.
- Habla sobre la muerte, el suicidio de manera casual y frecuente.
- No presenta una mejora en su tratamiento contra la depresión clínica.
- Se hace cortes o algún otro tipo de daño a su cuerpo.
- Hace planes para su funeral.
- Amenaza con suicidarse.
- Deja de hacer lo que antes disfrutaba.
- Abuso de drogas o alcohol.
- Empieza a practicar actividades que ponen en peligro su vida.
- Pérdida o incremento de sueño.
- Cambios bruscos de humor.
- Manifiesta pensar que no será extrañado por nadie si se muere.
- Alejamiento de sus amigos y familiares.
- Pérdida de apetito.
- Comienza a regalar sus posesiones más preciadas.
- Siente ansiedad o sensación de estar atrapado.
- No tiene esperanza ante sus problemas.
- Habla constantemente de que se siente como una carga.
- Busca en internet maneras para suicidarse.
- Escribe su testamento o cartas de despedida.
- Se despide de las personas que le importan.
- Tiene problemas de salud.
- No supera un trauma de la niñez.
- Compra de armas de fuego, veneno, cuerdas, pastillas, o algún otro instrumento para suicidarse.
- No muestra preocupación por su aspecto personal o higiene.
- Limpia y ordena su cuarto más de lo normal.
- No tiene energía.
- Bajo rendimiento académico o laboral.
- Conduce de manera temeraria.
- Paga todas su deudas y arregla asuntos que dejó pendientes.
Si identificas algunos indicios en una persona que conoces, lo mejor es consultar con un especialista, consejero, pastor, o alguien que tenga experiencia al tratar estos casos. Es mejor intervenir a tiempo y evitar tragedias futuras.
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Este artículo fue producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.