Hablamos con Diego Saikin, ingeniero israelí del proyecto Space IL -Bereshit y nos encontramos con un personaje feliz y triste a la vez por el fallo técnico que tuvo su nave espacial a pocos minutos de alunizar. Feliz porque su trabajo fue crear el software de la nave espacial Bereshit y eso funcionó de manera perfecta, y triste porque una falla técnica hizo que perdieran comunicación con la nave cuando estaba a pocos minutos de alunizar y faltando 300 metros la recuperaron pero ya era tarde para poder detenerla y se estrelló. Pero esto les dejó la enseñanza que un fracaso para muchos, puede ser un éxito para los que no van a dejar que esto se termine.