“si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. 2 Crónicas 7:14 (RVR1960)
El verdadero arrepentimiento va más allá de las palabras, porque provoca un cambio de conducta. ¿Quieres recibir el perdón de Dios para tu vida, familia y aún para tu nación? Humíllate ante tu Padre y admite tus pecados pidiéndole perdón por ellos; porque un corazón contrito y humillado no lo rechaza Dios.
Por Ruth Mamani
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.