“Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.” 2 Timoteo 4:1-5 (RVR1960)

Vivimos tiempos donde las personas ya no quieren escuchar la sana enseñanza de Dios, donde prefieren seguir sus propios deseos y buscan Iglesias o pastores que les digan lo que ellos desean oír. Hay muchos que han salido de sus Iglesias porque han visto que en otras congregaciones hay milagros, prosperidad económica, remuneración alta por servir a Dios, pueden hacer lo que quieran, etc.

Tristemente uno puede caer en el engaño sino medita en la palabra de Dios ni pasa tiempos con Él. Daniel 8:25 (DHH) dice: “Por su astucia, sus engaños triunfarán. Se llenará de orgullo, y a mucha gente que vivía confiada le quitará la vida a traición. Hará frente al príncipe de príncipes, pero será destruido por Él.”

Satanás es muy astuto para engañar a la gente y oculta sus verdaderas intenciones. El apóstol Pablo en 2 Corintios 11:14 escribió: “el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz”. Por lo tanto no subestimemos el poder de satanás y su habilidad de mentir.

Tú y yo sabemos que los tiempos que vivimos son peligrosos y que el retorno de nuestro Señor Jesucristo está cerca. No te apoyes en tu propia prudencia ni te dejes guiar por lo que te dicen. No escuches voces ajenas a lo espiritual y lee la Palabra de Dios, porque ahí encontrarás sabiduría y dirección. Toma en cuenta el consejo de Pablo a Timoteo:

Sé sobrio en todo, es decir,  atento siempre a las cosas que te enseñan, malas amistades, tentaciones, etc. “Sed, sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”. 1Pedro 5:8.

Soporta las aflicciones, como  hijo (a) de Dios es normal que en tu vida atravieses grandes pruebas, aflicciones, ya que el enemigo no está contento con tu decisión de servir al Señor y con tu nueva vida, pero el Señor dice: “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová” Salmo 34:19.

Haz obra de evangelista, sigue predicando la verdad a los inconversos. Esta tarea debes hacerla cada día por amor a las almas y en cumplimiento del mandato divino de “Id y predicad el evangelio.” Marcos 16:15.

Cumple tu ministerio, nunca pienses que eres inútil, tienes dones y talentos especiales que Dios puso en ti con los cuales puedes servirle. “Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” Mateo 25:23.

Oremos:

“Dios amado, gracias por este día, gracias porque siempre me guías y aconsejas. Por favor cuídame de toda enseñanza que no viene de ti y de todo lo malo. Ayúdame a servirte y a cumplir tu mandato de la gran comisión. Dame fuerzas para servirte, predicar tu Palabra y honrarte siempre. En el nombre de Jesús, amén. “

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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