Hoy día, con el alto índice de divorcios que existe, cada vez es más común ver madres solteras. Madres con hijos, que en algunos casos reciben ayuda del padre, pero no en todos. Yo fui madre soltera, pues del papá de mi primera hija me divorcié y del papá de mi segunda hija enviudé.
Una de las limitaciones que nos ponemos las madres solteras es la de no pedir ayuda. Hay instituciones y personas que están dispuestas a ayudar con muchas de nuestras inquietudes. Aquí, te doy diez consejos para facilitar tu gran responsabilidad:
1- Construye una red de apoyo. Edúcate y rodéate de otros que te ayuden a enfrentar y solucionar los problemas que se te presenten. En línea puedes conseguir grupos de mamás solteras o de padres y madres sin pareja.
2- Toma mucha agua y come saludable. Haciéndolo también les enseñas a elegir alimentos saludables para comer y explícales la importancia que tienen para su salud y desarrollo. Nada de hablarles de dietas para adelgazar o de mejorar su apariencia exterior. Descansa bien y cuida de ti, de tu apariencia en general. Si no estás descansada y contenta contigo misma no vas a poder atender a tus hijos correctamente.
3- Aunque quieras ser su “amiga” para que te tengan confianza, tienes que poner límites y demostrar que tu eres la autoridad. Dales la confianza suficiente para que sepan que te pueden hablar de lo que sea, pero siempre haciéndoles ver que lo que sea que les indiques es por su bien y porque los amas.
4- No les hagas ver que el matrimonio es algo negativo o inadecuado sólo porque a ti te fue mal.
5- No compares a tus hijos con otros chicos. Les puedes hablar de sus debilidades para fortalecerlas y no olvides siempre exaltar sus dones y aquello en lo que sobresalen. Jamás les digas ni les des a entender que te parecen otros superiores a ellos. Cada quién es único.
6- Si tu hijito o hijita enferman y tienes que atenderles, pide ayuda a tu mamá, una tía, una vecina, de que te cocinen algo mientras tu le sigues el tratamiento al chico. A veces cuando están enfermos nos sentimos sobrecargadas porque debemos estar pendientes de sus medicamentos, de cambiar las sábanas de su camita, y tener que cocinar puede ser estresante. Alguien lo puede hacer por ti en esta ocasión. Tal vez en otra tu lo puedes retribuir haciendo lo mismo por ellas.
7- Exprésate. Escribir cosas buenas nos hace sentir bien, nos puede incluso alegrar el día y quien sabe si te puede dar ¡la posibilidad de escribir un libro!
8- Si sientes que estás de mal humor, tómate unos minutos para caminar, corre un poco, haz estiramiento, respira profundamente y luego regresa. Cada uno sabe cuando no está de buenas. Es posible que si llegas de malas a la casa porque las cosas no te han salido bien en el día, termines desahogándote con tus chicos. Uno no tiene el mismo nivel de paciencia cuando está molesto por cosas que han pasado en el día. Controla tus emociones y ponte en un estado positivo antes de saludarlos y compartir tiempo con ellos.
9- La cantidad de tiempo no es tan importante como la calidad del tiempo que compartas con ellos. Como madres solteras, tenemos que trabajar, pero debemos dar prioridad a eventos importantes para ellos, como sus cumpleaños, las presentaciones en la escuela, estar cuando no se sienten bien y haciendo que el tiempo que compartimos sea productivo, educativo y sobre todo lleno del amor que les tenemos. Darles esa seguridad de nuestro amor es primordial.
10- Recuerda que también fuiste niña, que tuviste curiosidad, que te gustaban los dulces, también te encantaba la atención y cometiste muchos errores. Dales permiso de equivocarse. Es humano. Nadie es perfecto. Solo corrígelos con mucho amor y cuando los disciplines, siempre déjales claro por qué lo estás haciendo y las opciones que tienen a la hora de tomar una decisión. Si hacen algo que saben que está mal, también saben que les traerá consecuencias. Es una lección de vida.
Este artículo fue producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.