Para muchos de nosotros es más fácil reaccionar cuando nos provocan que responder con una palabra blanda o actitud calmada y amable. Somos humanos y nos enojamos, pero también tenemos la misión de ser un testimonio vivo del amor de Dios.

Existía una pareja que era de la tercera edad y tenían muy mal genio por malas experiencias con otras personas que se decían ser cristianas pero no lo demostraban con sus actos. Todo el tiempo andaban renegando por el perro y los niños de la casa de lado, ya que no soportaban los gritos que emitían cuando jugaban en su jardín que sólo estaba separado de su casa por una cerca pequeña. Cuando la señora salía a arreglar su jardín nadie debía estar caminando por el lugar ni acercarse porque le gustaba concentrarse en lo que hacía.

Un día, los padres de los niños notaron que la pareja de ancianos no salía de su casa, ni siquiera para podar su jardín que era lo que más cuidaban y, aunque se les hizo muy extraño, tampoco se atrevían a golpear su puerta. Entonces, lo que hicieron  fue mandar a sus hijos a podar el jardín de los vecinos, ya que la maleza había crecido mucho. Los niños no entendían por qué su padre hacía eso pero obedecieron. La señora se asomó a la ventana y viendo a sus pequeños vecinos  inmediatamente salió con una jarra de limonada para ellos. Los niños asombrados y agradecidos pudieron hablar con la anciana y saber más acerca de su vida, las razones de su actitud y también lograron cambiar la imagen equivocada de los cristianos que tenía la pareja.

Ya después la familia pudo estrechar su relación con sus vecinos y orar por la salud de ellos, razón por la que ya no salían de su casa.

Esta historia nos enseña que nosotros no debemos pagar mal por mal o hacernos de la vista gorda cuando alguien que nos ofendió está pasando un mal momento. Si tenemos la oportunidad de hacer algo por las personas que no nos quieren ¿Por qué no hacerlo? Dios nos manda a amar a nuestros amigos pero también a nuestros enemigos, hacer el bien, vencer con lo bueno lo malo. “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.” Romanos 12:21 (RVR-1960)

Hoy puede ser una oportunidad para que, al igual que en la historia, cortemos esa mala relación haciendo algo bueno por aquella persona con la que tenemos problemas y cambiar ese concepto malo y erróneo que tienen de los hijos de Dios.

 
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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