¿Alguna vez realizaste una dinámica cerrando los ojos? En la oscuridad se siente inseguridad e incluso temor puesto que todo lo que tienes por delante es incierto.

¿Te imaginas vivir sin poder ver? ¡Por supuesto que no será una vida fácil! Las personas que tienen dificultades con la visión presentan grandes limitaciones. Así como una ceguera física podría ser un impedimento para alcanzar nuestros logros, la ceguera espiritual también lo es, ya que no te permitirá creer y vivir seguro, con gozo y paz.

Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad. Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿Qué haremos?

Él le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo. 2 Reyes 6:14-17

Un gran ejército rodeó a Eliseo, por lo cual su criado se angustió en gran manera. Lo interesante es que en ese instante Eliseo realizó una oración para que su sirviente “abriera sus ojos” y cuando esto sucedió se dio cuenta que en realidad “eran más los que estaban con ellos que con los enemigos”, estaban protegidos por Dios.

“Jehová abre los ojos a los ciegos…” Salmos 146:8

El milagro que Jesús hacía más a menudo era el devolver la vista a los ciegos y continúa haciéndolo. No solamente hace referencia a la ceguera física, sino también a la espiritual que impide ver quién es Dios y qué es lo que Él puede hacer.

“Abre mis ojos, y miraré…” Salmos 119:18

¿Estás viendo a Dios en tu vida, en tus problemas y necesidades? ¿En los conflictos te domina la inseguridad, el miedo o la angustia? Es necesario que pidas al Señor que abra tus ojos. Esta ceguera puede traerte mayores limitaciones y seguramente has perdido muchísimas bendiciones por no ver lo que Dios tenía para ti.

Este tiempo te animo a ponerte de rodillas y pedir que puedas ver.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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