Ananías y Safira tenían un plan, vender su tierra y dar un porcentaje de la venta para la obra de Dios, pero en algún momento decidieron esconder la verdad y trataron de engañar a Dios y a Pedro y esto les costó la vida.

Muchos tenemos la falsa de idea de que podemos esconder cosas importantes o vergonzosas, creemos que nadie sabe lo que pasó porque no hubo una persona presente cuando sucedió el hecho. Es fácil engañar a las personas pero debes recordar que uno de los atributos de Dios es que es “omnipresente”, es decir que aunque no lo veas Él está ahí viéndote.

Proverbios 15:3 dice: Los ojos del Señor están en todo lugar, vigilando tanto a los malos como a los buenos” (NVT), entonces cuando uno piensa que puede hacer cosas indebidas porque nadie lo sabrá está muy equivocado porque Dios es testigo de cada acción.

Muchos hemos oído decir “tarde o temprano todo se sabrá” y cuán ciertas son estas palabras y la Biblia misma registra esta verdad, “No hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni nada oculto que no llegue a conocerse públicamente” Lucas 8:17 (NVT)

Cada vez que te encuentres frente a una decisión entre hacer lo malo y vergonzoso o hacer lo correcto, recuerda que Dios está viéndote y que no podrás sostener esa mentira por mucho tiempo, piensa, reflexiona y decide por aquello que no te traerá vergüenza en un futuro.

Por Judith Quisbert

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario