Resulta comprensible cuando vemos a alguien lamentarse por las caídas que ha sufrido. Muchas veces dicho estado de ánimo es el resultado de la pérdida de algo que la persona considera valioso, sea esto, un ser querido, un empleo o simplemente el tiempo que pasa y nunca vuelve atrás. Pero quizás, sea un buen propósito para este nuevo año, cambiar lamento por arrepentimiento.

La palabra arrepentimiento significa “cambiar” de corazón, dirección, y mentalidad. Por ejemplo, si en algún momento me he quejado de mí mismo, pensando que “Soy un fracaso, un desastre, no sirvo para nada” Es tiempo de pensar diferente: “soy capaz, tengo potencial, y soy valioso”, es decir se trata de renunciar al lamento para iniciar un necesario proceso de cambio.

Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse…” Proverbios 24:16 (RVR1960)

¿Sabías que el fracaso es una parte normal del éxito? Las personas que han alcanzado importantes logros o metas, han podido superar los obstáculos que se les oponían, al igual que sus terribles caídas. Pero ellos han aprendido de estas experiencias y han decidido levantarse, porque la realidad es que de los errores también se aprende.

La palabra de Dios dice: “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte”. En 2 Corintios 7:10 (RVR1960)

En este pasaje se mencionan dos tipos de tristeza: la tristeza según Dios y la tristeza del mundo. La tristeza según Dios produce arrepentimiento, es decir, nos motiva a cambiar y actuar. Mientras que la tristeza del mundo conduce a la muerte, debido a que la persona se deprime, desmoraliza y pierde los deseos de vivir.

Otro aspecto que es fundamental destacar es “la autocompasión” es decir “sentir lastima por nosotros mismos” es una emoción destructiva que nos lleva a vernos como víctimas de la situación, por lo tanto, perdemos los deseos de luchar. Es importante aclarar, que esta situación de “autocompación” no nos deja ninguna enseñanza positiva, por el contrario puede llevarnos a hundirnos en una profunda depresión.

Es verdad, cometimos errores, tuvimos caídas, algunas veces hemos fracasado, sin embargo debes declarar con fe que las metas que quieres alcanzar, dependerán de ti, porque si Dios está contigo, ¿quién contra ti? Es tiempo de cambiar y tomar responsabilidad por el futuro.

En esta oportunidad te animo a seguir el camino del cambio, comienza por no sentir lástima de ti mismo porque tú puedes superar aún los mas grandes obstáculos y alcanzar tus metas, recuerda que Dios te ha dado las capacidades para hacerlo, ¡levántate y continúa rumbo al éxito!

Por último, si el 2017 ha sido un año de éxito para ti, recuerda que aun te espera un nuevo año ¡no te conformes y ve por más! Dios tiene un propósito para ti.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario