“Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico sino los enfermos” (Mateo 9:12 RV60)

Cuando Jesús llamó a Mateo compartió la mesa con publicanos y pecadores demostrando la importancia de su misión en esta tierra. Los fariseos que estaban atentos a este hecho comenzaron a juzgar y a decirles a los discípulos, “¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?”

A veces algunos creyentes se comportan así, comienzan a juzgar a otras personas que hablan de Jesús basados en la apariencia, sin comprender a lo que también fuimos llamados: a ser sal en esta tierra y a compartir las Buenas Nuevas del Evangelio con todas las personas y más con los que son esclavos del pecado para que puedan conocer la libertad que en Cristo pueden hallar.

Al escuchar lo que los fariseos dijeron Jesús respondió que los sanos no necesitan médico sino los enfermos. Jesucristo vino a salvar a los pecadores, no simplemente por los que se creen buenos; el Salvador vino a dar vida y vida en abundancia.

Lucas 19.10 RV60: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”

Todas las personas necesitan conocer que Dios les ama, que Jesús dio su vida para darles vida eterna y esperanza, que nadie tiene derecho de exclusividad ya que el conocimiento de la verdad en Cristo está abierto a todo el mundo.

¿Haces algo para que los que te rodean puedan conocer a Jesucristo?

Por Carlos E. Encinas

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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