Es inevitable que en algún momento o situación sintamos miedo. Recuerdo a mi hermana, cuando éramos niñas, que se escondía detrás de un mueble para sorprenderme con un grito, automáticamente yo reaccionaba con un chillido lleno de temor.

Pero hay verdaderas situaciones que nos pueden llenar el corazón de temor, como le pasó al Rey David cuando los filisteos lo tomaron preso en Gat. Su vida corría peligro; sin embargo, depositó su confianza en Dios: “Pero cuando tenga miedo, en ti pondré mi confianza. Alabo a Dios por lo que ha prometido. En Dios confío, ¿por qué habría de tener miedo? ¿Qué pueden hacerme unos simples mortales?” Salmos 56:3-4 NTV

Es normal sentir miedo, pero cuando este nos domina al punto de cohibirnos y paralizarnos debemos someterlo para que la confianza nuevamente tome lugar en nuestra vida. Es como un caballo salvaje que si no se lo agarra firmemente se soltará y perderá el control afectando a nuestra vida de manera negativa.

Por eso también nuestra mente tiene que estar refrescada cada día de Palabra de fe, para que cuando una circunstancia mala se presente sean ellas las que nos dirijan en cómo actuar o reaccionar en vez que el temor.

Quizás ahora te encuentres con una situación bastante complicada y no sabes cómo saldrás de ella, te quiero animar a poner tu confianza en Dios, ya que Él será quien pelee por ti, te dará fuerzas y también te ayudará a encontrar una salida. Como dice su palabra “Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.” Deuteronomio 31:8

¡La confianza en Dios derribará cualquier temor!

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario