Se cuenta que Juan Eyre, cuyo nombre figura en las memorias de la criminología inglesa como ladrón, a pesar de que poseía una fortuna de 30.000 libras, cantidad inmensa en su tiempo, tenía un tío que hizo testamento en favor  de un servidor de Dios para fines caritativos. Sin embargo, poco antes de su muerte, cuando se hallaba senil, cambió de opinión e hizo un nuevo testamento, dejando toda su fortuna a su sobrino y un legado al mencionado pastor de sólo 500 libras.

El avaricioso sobrino, poco después de la muerte de su tío, encontró el último testamento y al observar dicho legado para obra benéfica, pensando que él era el único heredero como pariente más próximo, sin ningún tipo de escrúpulo, destruyó el testamento y tomó posesión de toda la fortuna del fallecido.

Pocos días después recibió la visita del referido pastor quien le preguntó si su tío no había hecho un testamento antes de morir, a lo que el sobrino respondió negativamente, con toda desfachatez. ¡Cuál no fue su sorpresa cuando vio al recién llegado sacar el primer testamento  del difunto en el cual le nombraba a su visitante heredero de todo, excepto de un legado de 200 libras para el sobrino!. Como no tenía ninguna prueba para demostrar que su tío había cambiado de  parecer, y el testamento destruido no se hallaba registrado, tuvo que entregar  para obra benéfica, no tan sólo las 500 libras, sino todos los bienes  de los que había tomado.

Familias destruidas, asesinatos, guerras, vidas perdidas e incluso algunas enfermedades tienen su origen en el amor al dinero, en el afán de querer tener más, poniendo de lado las cosas que realmente importan.

“Después de todo, no trajimos nada cuando vinimos a este mundo ni tampoco podremos llevarnos nada cuando lo dejemos.  Así que, si tenemos suficiente alimento y ropa, estemos contentos. Pero los que viven con la ambición de hacerse ricos caen en tentación y quedan atrapados por muchos deseos necios y dañinos que los hunden en la ruina y la destrucción. Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal; y algunas personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera y se han causado muchas heridas dolorosas”. 1 Timoteo 6:9-10 (NTV)

Posiblemente no tengamos todo lo que deseamos o quizás pensemos que es injusta la forma cómo está distribuida la riqueza y puede ser cierto, pero el que tengamos más dinero o menos no nos hará felices, y basta ver la cantidad de celebridades que recurren a los vicios o al suicidio pese a tener “todo”; si no sabemos ser agradecidos con lo poco que tenemos tampoco seremos con más cosas, por el contrario siempre buscaremos tener más.

“Los que aman el dinero nunca tendrán suficiente. ¡Qué absurdo es pensar que las riquezas traen verdadera felicidad!” Eclesiastés 5:10 (NTV)

Dios, en su infinita sabiduría y bondad nunca nos deja desamparados, siempre provee para nuestras necesidades en el momento justo. Agradece a Dios por lo que tienes y disfruta de las bendiciones que diariamente recibes de nuestro Padre.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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