A medida que se aproxima el invierno se incrementa el porcentaje de personas que enferman por causa del clima ¿A quién le agrada estar enfermo? Seguramente a nadie, porque el cuerpo no rinde a un cien por ciento. Es el tiempo donde no tenemos ganas de nada y, si estamos contentos, de repente el malestar nos vuelve a recordar nuestro estado actual de salud.

Por ejemplo, hace poco llegó de visita una tía, ella se caracteriza por ser alguien bastante alegre y activa; sin embargo, se encontraba totalmente diferente porque estaba enferma, tenía poca fuerza, ya no reía mucho y apenas podía movilizarse ¿no sucede lo mismo cuando nos enfermamos?

Considero que a ninguno le gusta sentirse mal, pero ¿Sabías que así como adolecemos físicamente, también sucede espiritualmente? Si un cristiano no se encuentra “ferviente en espíritu”, es decir, no tiene ganas de orar, leer la biblia o asistir a la iglesia, es una señal de alarma de que algo no anda bien.

Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.” Mateo 9:12  (RVR 1960)

Jesús vino por las personas enfermas, no por los sanos. Por tanto, si te encuentras delicado de salud o tu estado espiritual está cada vez peor busca al médico de médicos.

Más a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.” Éxodo 23:25 (RVR 1960)

Si te acercas a Cristo y le sirves, entonces Él suplirá tus necesidades básicas y también quitará toda enfermedad. Aunque no tengas fuerzas, ni ánimo, busca al Señor y Él volverá a encenderte; además, no olvides que si necesitas apoyo puedes escribirnos, quisiéramos ayudarte a levantarte.

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario