La familia es una institución que Dios creó para un gran fin; por medio de ella hay unidad, paz, amor, y es el semillero de la sociedad.
Lamentablemente existen muchos motivos por los cuales se llegan a romper las relaciones familiares, como los malos entendidos, chismes, intolerancia, etc. Pero cuando nos encontremos en tales situaciones es importante pensar: ¿qué vale más? ¿Ganar una discusión, tener la razón o conservar ese lazo familiar?
En Génesis 13, podemos ver cómo actuó Abram con su sobrino Lot, ante un problema: “Y la tierra no era suficiente para que habitasen juntos, pues sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar.” Génesis 13:6 Abram era más rico que Lot, sencillamente podría haberlo echado, sin embargo fue sabio sugirió una salida alterna sin ofender ni quebrar sus lazos: “…Abram le dijo a Lot: «No permitamos que este conflicto se interponga entre nosotros o entre los que cuidan nuestros animales. Después de todo, ¡somos parientes cercanos!.” Génesis 13:8 (NTV) Entonces ellos se separaron, su sobrino eligió las llanuras del valle del Jordán y él se estableció en la tierra de Canaán, y Jehová bendijo de gran manera a Abram.
Por ello, cuando te encuentres en medio de un altercado con un familiar da prioridad a la relación, perdona y busca soluciones que contribuyan a la unidad. Ese sacrificio valdrá la pena porque darás paso al amor en vez del resentimiento. Toma en cuenta que si no lo haces, los sentimientos negativos envenenarán tu corazón.
¡Vale la pena perdonar!
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.