En el libro de Jueces podemos encontrar un peculiar relato de un hombre que se consideraba el menor de la casa de su padre y, a su familia, pobre entre las familias de Manasés.
“Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? 15 Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.” Jueces 6:14-15 (RVR1960).
Gedeón no creía tener las suficientes fuerzas para ejecutar la orden que el Señor le dio. Trató de excusarse, pidió varias pruebas, pero finalmente comprendió que no debía luchar con sus fuerzas, sino con las de Dios.
“Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.” Jueces 6:16 (RVR1960).
Al estar consciente de que Dios estaría con él, fue utilizado como un instrumento para salvar a su pueblo, logrando una increíble hazaña sobre Madián.
Muchas veces nosotros solemos tener la misma actitud que Gedeón, no sentirse capaz de realizar la tarea encomendada o creer que el ministerio al que uno es llamado le queda muy grande; en nuestra humanidad vemos algunas tareas como imposibles, olvidando que quien nos llamó nos dará también las herramientas y los medios para que podamos alcanzar la meta.
Si tienes dudas o temes fallar en el ministerio al cual fuiste llamado, recurre a Dios, la oración y el estudio de la Biblia serán los principales medios por los cuales recibirás instrucción y también la fortaleza para alcanzar victoria.
“Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir.” Isaías 48:17 (RVR1960).
Por Cesia Serna
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