Stanley Jones, cuenta una historia acerca de una dama de la India, quien caminaba con muletas a causa de una afección en la columna vertebral. Un  día  la mujer cayó de una escalera y quedó tirada al pie de la escalera. Por la caída, una de sus muletas quedó rota y la otra fuera de su alcance, por lo que la señora empezó a clamar por ayuda.

Pero era medio día y no había ningún sirviente en la finca. Finalmente, cuando perdió toda esperanza de ser oída, elevó una oración a Dios con toda la fe de su alma pidiendo fuerzas, y, asistiéndose al pasamano se levantó y empezó a caminar, ¡y ha estado caminando desde entonces sin muletas!

Seguramente muchos de nosotros hemos escuchado, o utilizado, la expresión “Sobre llovido, mojado”, normalmente la usamos cuando sobre un problema viene otro. En el caso de esta mujer, que ya tenía bastantes problemas para desplazarse, una caída  así era lo peor que podía ocurrirle; pero lejos de eso fue lo mejor que le ocurrió.

Dios usa las pruebas para forjar nuestro carácter pero también para bendecirnos. El hecho de depender de Él en medio de las adversidades hace que podamos experimentar milagros de los que  no hubiéramos  sido testigos de otra forma.

“Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos”. Romanos 8:28 (NTV)

Confía en Dios, no importa que todo parezca adverso, Él tiene algo especial para ti y está en control de todas las circunstancias; solamente cree.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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