Una mujer de humilde condición se convirtió al Señor  y vino a ser llena del gozo de la salvación, Unas semanas después dio su testimonio en la iglesia expresando su gratitud a Dios por haberla salvado, y al hacer esta declaración explicó que pensaba abandonar la calle donde vivía por ser de mala fama.

Después de que hubo concluido el pastor la miró fijamente y le dijo:

La mujer compendió y poco después, cuando se encontró con el pastor, éste le dijo:

Quizás muchos de nosotros no vivimos en los mejores  barrios, o trabajamos en lugares que de alguna forma también son oscuros. No siempre tenemos el entorno que deseamos ni a las mejores personas alrededor pero no por eso debemos huir de ahí.

Obviamente no es malo estar rodeados de buenas personas ni vivir en zonas seguras, pero si solamente anduviéramos entre cristianos o viviéramos en buenos lugares, o trabajáramos con gente intachable, ¿A quién le serviría nuestro testimonio? ¿A quién ayudaríamos? O ¿Quién iría a los lugares y personas más necesitadas de Dios?

Dios te puso en el lugar en el que estás con un propósito. En Mateo 5:14-16 Jesús dice: “Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa. De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial”. (NTV)

No te dejes intimidar por el lugar donde te encuentras ni menosprecies a las personas que te rodean, todos son valiosos para Dios y en sus manos pueden ser transformados. Muestra con tu vida en quién has creído, háblales de su amor y dales esperanza.

No te escondas, brilla con todas tus fuerzas, sé una luz para aquellos que viven en tinieblas.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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