Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Salmo 23:4 (RVR 1960).
Puede que en estos días el sufrimiento y la enfermedad haya tocado tu vida y en vez de ver la luz del día solo has visto el valle sombrío, donde los obstáculos no parecen tener fin, pero hoy quiero decirte: ¡No temas! Porque Jesús desea llevarte por puerto seguro. ¿Quieres ponerte en sus manos?
Por Ruth Mamani
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.