“Alimentará su rebaño como un pastor; llevará en sus brazos los corderos  y los mantendrá cerca de su corazón.  Guiará con delicadeza a las ovejas con crías.” Isaías 40:11 NTV.

Los pastores cuentan con una habilidad muy especial que les hace reconocer a cada una de sus ovejas, aun cuando se mezclan con otro rebaño. Curiosamente, lo mismo sucede a la inversa, las ovejas reconocen fácilmente la voz de su pastor y lo siguen.

La oveja es un animal manso, emocionalmente complejo y muy inteligente, aunque muchas veces distraído y propenso a perder el rumbo. Permanecen en  grupos para protegerse de los depredadores y les encanta recibir toda clase de demostraciones de afecto, como las caricias.

La Biblia dice que Dios es nuestro Pastor, quien está siempre atento para venir en nuestro auxilio, proveyendo en lo que necesitamos, cuidándonos y aun saliendo a buscarnos cuando extraviamos el camino.

Pero también la Biblia, habla de la grandeza de Dios, en su condición de Señor:

El Salmo 95:3-5 dice: “Porque Jehová es Dios grande, Y Rey grande sobre todos los dioses. Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas. Suyo también el mar, pues él lo hizo Y sus manos formaron la tierra seca.” Que maravilloso es cuando podemos pensar en Dios como nuestro pastor, pero en realidad es  muchísimo más que eso,  la Biblia nos revela sus atributos y características (Creador de todo lo que conocemos, Omnipotente, Omnisciente, Omnipresente, Justo, Santo, Salvador, Libertador, Redentor, etc.); en resumen, Él es TODO.

La combinación de Señor y Pastor, de poder y amor, es lo que hace a nuestro Dios “el admirable”. Pensar que Dios, con toda su gloria y poder, tiene un trato tan amoroso hacia nosotros, que somos como langostas delante de Él, es una muestra de su amor.

Conocer a Dios cada día no sólo transforma nuestras vidas, sino que provoca que lo adoremos con todo nuestro ser por quien realmente es.

“Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano.” Salmos 95: 6-7a.

En este día, aún en medio de tantas ocupaciones, te animo a que tomes un tiempo para adorar a Dios, no sólo por lo que te da, sino simplemente por quien es: Señor y Pastor. Recuerda que como buen pastor, siempre estará atento para venir en tu socorro y como Señor, Dios es soberano sobre cualquier circunstancia. Clama a Él y recibirás la fortaleza y protección que necesitas para tu vida.

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario