¿Conoces algún lugar donde puedes refugiarte ante una catástrofe natural? Hay países que han desarrollado sitios donde brindan protección en casos de terremotos, o cuando hay inundaciones suelen preparar lugares específicos para albergar a la gente necesitada de un techo.

Pero ¿Qué pasa cuando no hay a dónde acudir? Estaríamos expuestos a los peligros latentes y nuestra vida estaría en riesgo. Asimismo estamos lejos de la cobertura de Dios, vulnerables, indefensos, débiles y sin fuerzas, en cambio si permanecemos en Él tenemos su protección.

El salmista David aseguraba que: “Jehová será refugio del pobre, Refugio para el tiempo de angustia. En ti confiarán los que conocen tu nombre, Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron.” Salmos 9:9-10 (RVR1960)

Tenemos protección en Él pero  esto también  implica conocerlo, sólo que aquí hay un gran detalle, no se refiere solamente a reconocer que Jehová existe, sino a vivir personalmente una experiencia con Él, a obedecerle y a seguir su guía.

¿Cuánto conoces de Dios? ¿Él es tu refugio cuando atraviesas alguna adversidad o corres a otros lugares? Invierte tiempo en experimentar de su amor, así como compartes con alguien que amas y disfrutas tenerlo cerca ¡busca tener una relación firme con tu Defensor!

Su protección va más allá de lo que puedan hacer en nuestra contra, su poder nos da la fortaleza para continuar el camino correcto y su amor nos guarda de perdernos en el mal. Además que por su gracia suple nuestras necesidades.

¡Él es nuestro refugio eterno y perfecto!

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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