En algún momento de muestras vidas podemos desviarnos de la voluntad de Dios y seguir nuestros propios caminos, y como consecuencia llegamos a fracasar y frustrarnos, creyendo que ya no hay más esperanza para nosotros.

En la Biblia vemos historias de grandes personajes que también fracasaron y que también tuvieron éxito en culminar lo que se les había encomendado Dios a pesar de su pecado.

El Rey Saúl, el primero rey de Israel, desobedeció a Jehová en una tarea que le había mandado, y cuando fue confrontado por el profeta Samuel admitió que él falló, pero culpó otras personas por su fracaso, además quería que el profeta lo honrase ante los líderes para mostrar a las personas que él aún era un hombre espiritual.

Saúl nunca confesó su pecado a Dios, no se arrepintió ni pidió perdón. Él se negó a aceptar la responsabilidad personal por sus acciones y ofreció culto a Dios cuando lo que Él quería era su arrepentimiento.Saúl fue rechazado por Dios y otro rey fue seleccionado para completar su tarea (1 Samuel 15). La vida de Saúl acabó en fracaso, desgracia y suicidio.

El Rey que lo sucedió fue David,llamado un hombre conforme al corazón de Dios, que  en un momento de descuido, cayó en adulterio con la esposa de otro hombre, después él tuvo que matar a ese hombre para intentar cubrir su pecado.Cuando el profeta Natán confrontó a David sobre su pecado, David lo reconoció inmediatamente:“He pecado contra Jehová” (2 Samuel 12:13).Él no intentó culpar otros. Él no culpó Betsabé, admitió su fracaso y humildemente se arrepintió ante Dios.Después de esto, todavía él fue un gran rey y es llamado un hombre según el propio corazón de Dios

Sin duda ambos reyes comenzaronbien la carrera al seguir la voluntad de Dios pero al fracasar y pecar fue claro que tuvieron diferentes actitudes y diferentes finales de vida.

Si hoy reconoces que no estás en el camino que Dios te quiere, y estás desviado, toma la misma actitud de David, pídele perdón a Dios y con humildad ten la disposición en tu corazón para seguir la guía del Espíritu Santo.

En ti y en mi Dios puede hacer maravillas si nos concentramos en cumplir su voluntad y no la nuestra.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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