Si observamos la conducta de un niño, veremos que muchas de las actitudes y los comportamientos que tiene, los copió de sus padres. Esto significa que su patrón de conducta estará determinado en gran manera por el ejemplo que recibe de sus progenitores.

El apóstol Pablo, en su epístola a los Efesios, instruye que debemos ser imitadores de Dios como hijos amados, es decir, tal como un niño sigue el ejemplo de su padre.

“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.”

Efesios 5:1 (RVR1960)

Recordemos que como seguidores de Cristo, tenemos en la Biblia un manual a seguir, ya que contamos con el registro de la vida de Jesucristo, y a lo largo de las Escrituras podemos encontrar también mucha información acerca del carácter de Dios.

Estos son los parámetros que debemos tener en cuenta en nuestro andar diario, si realmente queremos vivir de la manera que le agrada al Señor.

“Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.”

Mateo 5:48 (RVR1960)

Prestemos atención a la Palabra de Dios, esforcémonos por ser gratos ante el Señor tanto en nuestras acciones como en los pensamientos que tenemos.

“Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.”

Salmos 19:14 (RVR1960)

Por Cesia Serna



El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

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