Si crees que la oración tiene poder, ¿cuánto oras?

Para afirmar que la oración tiene poder debemos tener el hábito de orar. Aunque podemos ser solo espectadores de ese poder en otros que oran, lo mejor es vivirlo y experimentar la respuesta de Dios en nuestra vida. Si tú crees que la oración tiene poder, ¿cuánto oras?

Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; Colosenses 4:2 (RVR 1960)

Dice Pablo, que necesitamos perseverancia y fervor en nuestras oraciones, y Spurgeon comenta acerca del versículo citado: “Este tipo de oración en perseverancia es importante, pero no es fácil de hacer. Perseverad en oración habla de un gran esfuerzo aplicado de una manera constante.

La puerta del cielo no debe ser asaltada con un arma, sino con muchas. No escatimes flechas, cristiano. Observa y comprueba que ninguno de los brazos de tu arsenal esté oxidado. Asedia el trono de Dios con cien manos, y mira la promesa con cien ojos. Tienes un gran trabajo entre manos porque tienes que mover el brazo que mueve al mundo; Observa, entonces, todos los medios para mover ese brazo. Asegúrate de cumplir todas las promesas; que uses todos los argumentos; que luches con todas tus fuerzas”.

Dios hace que la oración tenga poder

Oramos a Dios y no a estatuas o santos que no ven ni oyen, ni oramos al enemigo que muchas veces se disfraza como ángel de luz. Ellos son mentirosos y no quieren nuestro bien, al contrario, quieren destruirnos.

Dios, nos dio esta herramienta para comunicarnos con Él, es nuestro medio para llegar a su corazón, a sus oídos. Para que nuestra fe se afirme y también es el medio para que el Señor responda a nuestras necesidades, conforme a su voluntad.

Tú puedes experimentar el poder de la oración cuando oras, así que no tardes en hablar con Dios y ser testigo directo que Él sí responde con poder.

Oración del día

Señor, eres mi Padre amoroso, te agradezco por confrontarme y a la vez atraerme hacia ti. Tu Palabra dice que la oración tiene poder y quiero experimentarlo en mi vida. Ayúdame a ser disciplinado en mi tiempo contigo, no solo para obtener algún beneficio, sino para afirmar mi fe y crecer en ti. 

Gracias Jesús por ser mi ejemplo, amén.