Siendo obedientes tendremos larga vida

Disfrutamos de esta vida, con todo y sus cambios, con todos sus altos y bajos. Tiempos de alegría y de tristeza, tiempos de risas y de rabias. Pero la mayoría queremos vivir una larga vida y la Biblia nos dice que siendo obedientes tendremos larga vida.

Si obedeces todos los decretos y los mandatos que te entrego hoy, les irá bien en todo a ti y a tus hijos. Te doy estas instrucciones para que disfrutes de una larga vida en la tierra que el Señor tu Dios te da para siempre». Deuteronomio 4:40 (NTV)

Muchos hemos sentido que obedecer a Dios es una fuente de bendición, prosperidad, gozo y salud. Pero no nos confundamos con lo que algunos llaman el Evangelio de la prosperidad. Lo que es cierto es que si todos viviéramos según las leyes de Dios, el mundo sería un mejor lugar.

Y siempre nos costó y nos sigue costando cumplir con las normas, con las leyes. Los miembros del Sanedrín se encargaron incluso de hacer más leyes y normas, que las que había en el pacto con Moisés. Llegó el tiempo en que vimos la realidad de que no podemos cumplir con tanto.

La verdad es que no podemos cumplir con las leyes de Dios por nosotros mismos, pero siendo obedientes y viviendo en Jesús, seremos capaces de amar y servir a Dios, lo cual nos dará una larga y productiva vida. Seremos más felices.

El nuevo pacto en Cristo Jesús

Fue la razón del nuevo pacto en Cristo. La gracia de Dios está disponible para nosotros por medio de Jesús, por Su sacrificio que pagó por nuestros pecados. Y la bendición de la larga vida, no necesariamente es vida en este mundo. Tendremos vida eterna al lado de Jesús cuando nos toque partir si lo escogimos antes de morir.

Y hoy día estamos llamados a respetar las leyes, obedecer las normas, defender a nuestra familia y nuestra vida. Si llegamos a ver leyes injustas, debemos hacer algo al respecto, creciendo como seres humanos, buscando el bien común y participando en actividades que beneficien a todos.

Apoyando a los que no tienen recursos o respaldos, brindando ayuda y predicando las Buenas Nuevas, para que reciban a Jesús en sus corazones. Necesitamos estar activamente siendo obedientes para disfrutar de esa larga vida que se nos promete. No solo para nosotros, sino también para nuestros hijos.

Oración del día

Amado y bendecido Dios de mi vida, gracias una vez más por Tu paz, por Tu gracia divina que nos ha permitido ser limpios y tener comunicación directa contigo. Ayúdame a ser cumplidor de tus normas, que sea yo obediente a las leyes y sobre todo a Tus decretos. 

Gracias por Tu amor, Tu verdad, Tu amor infinito. Gracias por la posibilidad de pasar la eternidad a Tu lado. Qué privilegio maravilloso e inigualable. Te amo y te necesito y pido salud y bienestar para todos. En el nombre precioso de Jesús, amén y amén.