Es difícil poder tener contacto con alguna personalidad, ya sea un artista, político, etc. En nuestros días casi siempre se debe pasar por una serie de protocolos y personas antes de poder presentarse ante alguien que ocupa un puesto importante en nuestra sociedad. De la misma manera ocurría  en el tiempo en que Jesús estuvo en la Tierra.

En Marcos 5:21 en adelante podemos leer acerca de la vida de Jairo y su hija. Se dice que Jairo era uno de los principales de la Sinagoga, eso quiere decir que era una personalidad importante, que tenía varias personas a su servicio por el grado que ocupaba, si necesitaba algo solamente lo pedía por medio de ellos.

Jairo buscó a Jesús y dejó a un lado la posición que tenía, rompió protocolos para poder presentarse ante el Maestro con un corazón humillado y angustiado por la enfermedad de su hija.

A Cristo no le interesa tu posición ni tus grados, sólo desea que te acerques sin protocolos, sin ceremonias, con un corazón sincero y creyendo que Él es fiel y único.

Al igual que hizo Jairo, nosotros también debemos de romper todo muro, toda barrera que quiera impedir que podamos estar en presencia de nuestro Dios, tenemos que tener presente que nada somos y nada tenemos sin Él.

“Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.” Deuteronomio 4:29 (RVR-1960)

Hoy puedes buscar a Cristo y acercarte a Él, no pongas barreras a tu intención de hablar con Dios, Él quiere que seas tú quien lo busque porque quiere bendecirte. No le interesa tu posición, lo que tengas o hayas logrado, Dios mira el corazón, somos nosotros los que ponemos límites para poder ser humildes y acercarnos.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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