Muchos cristianos se torturan pensando que no recibirán el perdón de Dios por todo lo que hicieron, peor si se trata de una recaída; piensan que el Señor solamente les ha perdonado una parte y lo demás está en deuda. Este pensamiento es tan infantil como el niño que cree que sus padres lo odian por hacerles enojar.

Referente a este tema, quisiera darte un ejemplo: imagina que tienes un hijo pequeño al cual le dices: “cuidado con ensuciar tu ropa”, pero cuando él va a jugar se ensucia las manos, la cara, los pies y, en especial, las prendas que te costaron lavar. Entonces, regresa a casa con temor sabiendo lo que hizo ¿lo vas a botar o bañar? Imagino que no sólo le lavarás la ropa, sino le darás una ducha completa porque quieres que esté totalmente limpio, lo mismo sucede con el Señor.

Cuando te acercas a Dios, jamás te botará, ni te perdonará sólo una parte, sino que limpiará tu alma de toda mancha en su totalidad porque quiere que disfrutes de una vida santa con Él.

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” Juan 3:17 (RVR 1960).

El Señor no vino a condenarte, por tanto, no sigas castigándote más. Por supuesto que nuestro mal comportamiento tendrá sus consecuencias, pero es mejor enfrentarlas con el Señor y no separados de Él.

Si eres un creyente que en este momento se encuentra triste por los pecados que ha cometido, desanimado y hasta frustrado por volver a caer, en esta oportunidad te invito a regresar a casa, pide perdón al Señor y decídete empezar de nuevo.

Por otro lado, si aún te resulta difícil continuar, te invitamos a escribirnos, nos gustaría apoyarte.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario