“Como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda.” Proverbios 25:28 (RVR1960).

Este versículo me hace reflexionar en cómo las emociones y pensamientos que no son controlados terminan perjudicando no sólo el presente, sino también el futuro.

Una persona que da rienda suelta a sus deseos e impulsos, en la Biblia es comparada con una cuidad derribada y sin muro; es decir, que es fácil atacarla y tomarla porque no tiene nada que la proteja. De igual manera sucede con nosotros cuando no sabemos controlarnos, somos un blanco fácil.

Sin embargo, como hijos de Dios, no debemos ser llevados por emociones y mucho menos dejarnos dominar por ellas, en 2 Timoteo 1:7 dice:

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” (RVR1960).

Quiere decir que en nosotros está la capacidad de ser cada día mejores, con la ayuda de Dios podemos tener dominio propio.

Cuando pedimos la Espíritu Santo que obre en nuestras vidas y le permitimos que cambie nuestra forma de ver las cosas y la manera en que nos comportamos, veremos que Él va moldeando nuestro carácter, puliendo nuestras aptitudes y talentos, llevándonos más allá de lo somos capaces de ver.

Si sientes que tu carácter te gana, no esperes más, entrega el control de tu vida al Espíritu Santo, con Su ayuda alcanzarás victoria.

Por Cesia Serna

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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